Cobos, el primero en llegar. El encuentro estaba pautado para las 11 en punto, pero el
vicepresidente llegó primero, algunos
minutos antes que el resto de los dirigentes. Solo ante las cámaras, el vice fue el centro del
protagonismo mediático, aunque al final quedó demostrado que jugó de visitante: se notó en los tibios aplausos
que recibió en los
momentos más emotivos de su discurso.
Desayuno alfonsinista. A minutos del
comienzo del acto, podía verse a Ricardo Alfonsín rodeado
por colaboradores y correligionarios, desayunando en una de las mesas de los cafés de Recoleta. Nada pesado:
apenas un cortado con algunas cáscaras de
naranja caremelizadas y amarettis. Como para no ir con el estómago vacío.
"La Biela", como en el '83. Los mozos de "La Biela", el tradicional café ubicado en una emblemática esquina de Recoleta,
no pararon en toda la mañana. Desde las 10, la afluencia
de radicales se hizo más intensa: en las mesas el ex gobernador chaqueño Angel Rozas, el ex jefe
de Gobierno, Enrique Olivera y
otros, se trenzaban en abrazos, antes de caminar unos pasos hasta el cementerio de Recoleta.
Secretario y fotógrafo. Uno de los
secretarios que sigue a sol y sombra al vicepresidente Julio Cobos tuvo un desafío tras el homenaje
al ex presidente Raúl Alfonsín. Un
señora le encajó una cámara fotográfica descartable para que la inmortalice junto al mendocino. "Nene, sacame una foto
con Cobos", le reclamó. El
secretario del vicepresidente, enfocó, disparó, corrió el rollo y le
dio a la señora su tarjeta. Ella le agradeció mucho.
El tango de Brandoni. El
actor y ex diputado, Luis Brandoni, es un histórico militante radical
y no podía estar ausente en el
homenaje. Muy emocionado, tomó el micrófono y sólo atinó a citar el título de un tango: "¿Que
falta que me hacés?", dijo con la voz entrecortada y fue muy aplaudido.
Patrimonio presidencial. Hubo un tema que se repitió en todos
los discursos, el patrimonio de Alfonsín. "Fue un
hombre de manos cálidas que vivió y murió humildemente", dijo Victorio Osvaldo Bisciotti, íntimo amigo del ex
presidente. "Era sencillo, campechano, honesto, que se fue con lo mismo que llegó", enumeró Cobos.
Los grandes ausentes. Dos ex fundadores de la Junta Cordinadora Nacional estuvieron llamativamente ausentes
en el cementerio de Recoleta. Ni Federico Storani, ni Leopoldo Moreau fueron al homenaje, a
diferencia de Enrique "Coti" Nosiglia, ex
ministro del Interior del difunto presidente. La ausencia de
Freddy
y
el Marciano tiene una explicación: la feroz batalla que disputan con el alfonsinismo en la
provincia de Buenos Aires, que se definirá el 6 de junio en las internas. Tan ríspida es la relación que ambos
organizaron ayer un homenaje en Avellaneda y no invitaron a
Ricardito
a participar.
Morales, por los aires. El senador jujeño Gerardo Morales
tampoco fue al homenaje a Alfonsín. La razón: el
Negro, como lo conocen en el partido, tenía que volar a Jujuy para participar de
los homenajes que se realizaban en su provincia. Mientras Cobos y Ricardo Alfonsín daban
sus discursos, él estaba en Aeroparque
esperando el avión.
Sanz y Margarita, en segundo
plano. ¿Vino Sanz?, fue la pregunta que
se repetían los dirigentes. En efecto, el titular del partido
sí fue hasta Recoleta, pero prefirió el perfil bajo. No estuvo en primera fila,
sino atrás, junto a los militantes radicales. Otra que
tampoco quiso llamar la atención fue Margarita Stolbizer, que junto a su mano derecha, el diputado
Gerardo Milman, le dejaron una flor al ex presidente,
mezclados entre el público.
Ni una sola boina blanca. Más allá del fervor militante, en el cementerio de la
Recoleta no se vio ni una sola boina blanca, ícono de la campaña que llevó a Raúl Alfonsín a la presidencia en 1983. "Mucho calor para
boina", fue la excusa encontrada por los organizadores para tamaño olvido.
Intimidades, ausencias y curiosidades del homenaje a Alfonsín
Cobos jugando de visitante, "La Biela" alfonsinista, el tango de Brandoni, los grandes ausentes y otros puntos destacados del primer aniversario de la muerte de Raúl Alfonsín.
