Desde hace meses, Juan Ignacio Suris estaba en la mira de la Justicia Federal porteña por el caso de Lázaro Báez, revelaron a PERFIL fuentes de la causa.
La Fiscalía Nº 9, a cargo de Guillermo Marijuán, y el juzgado de Sebastián Casanello comenzaron a investigar al amigo de Leonardo Fariña y novio de la vedette Mónica Farro meses antes de que saltara el escándalo por tráfico de drogas que llevó a Suris a la cárcel esta semana.
Los investigadores que intentan determinar si Báez cometió el delito de lavado de dinero pusieron a Suris en la mira por dos datos: su conexión con Fariña y su primera causa judicial. Cuando Fariña fue indagado por presunto lavado por el juez Casanello y le preguntaron por qué viajaba tanto en avión a Bahía Blanca, contestó que iba a visitar a un “amigo empresario”. A mediados de 2013, Fariña se mostró en público con Suris en Bahía. Después, el “valijero” de Báez fue arrestado por transitar en una camioneta BMW con papeles falsos. El vehículo resultó ser de Suris.
Desde mediados de 2011, Suris está procesado por “asociación ilícita fiscal” en una causa diferente de la de tráfico de drogas. La causa fue iniciada por la AFIP de Bahía Blanca cuando detectaron que el bahiense era supuesto jefe de una banda que vendía facturas apócrifas a empresas para evadir impuestos y justificar gastos. El viernes, Suris declaró que hizo 14 millones de pesos con ese negocio ilegal. La Justicia de Bahía cree que podrían provenir del narcotráfico. Las facturas falsas de Suris llamaron la atención en el caso Báez hace meses, ya que el propio Lázaro utilizó la misma maniobra.
Las de Báez. PERFIL reveló hace dos semanas que el juez Casanello busca pruebas de que Báez evadió impuestos. Si las encuentra, podría ser indagado por lavado.
El magistrado busca un delito preexistente que le permita probar que se lavó dinero. La evasión es el más fácil de probar.
Un equipo que luego sería desmantelado por su investigación comprobó en 2007 que Báez facturó más de 500 millones de pesos con facturas apócrifas. Evadió 120 millones de pesos por esas operaciones sólo de impuesto al valor agregado (IVA). Lo hizo con la misma operatoria que utilizaba Suris en esa época.
Las de Suris. Entre 2007 y 2009, Suris había creado una serie de empresas fantasma como M-Magna, CVP Industria SA y EYJ Argentina.
Suris vendía las facturas falsas a decenas de empresarios. Entre 2008 y 2011, Suris jamás presentó declaración jurada de bienes pero sus movimientos bancarios fueron ascendentes. En 2008, poco más de 300 mil pesos. En 2009, más de un millón. Y entre 2010 y 2011 fue el gran salto: movió 6 y 7 millones de pesos sólo en blanco. Durante 2010 y 2011 fue cuando Fariña estableció contacto con Báez.
Esta semana, mientras su amigo era indagado por supuesto narcotráfico, Fariña estuvo en Pinamar. El contador sólo pisó la playa para presentar ante la revista Gente a su novia, Macarena Pérez. Ocupó una casa en Pinamar Norte, donde el alquiler de una propiedad de ese nivel ronda los 70 mil pesos al mes. Pasó gran parte del tiempo en la casa, salvo para acompañar a su novia a un centro de kinesiología y dar algunos paseos por el exclusivo centro de Pinamar Norte. Se movilizaba en un Audi TT gris plata, que según pudo saber este medio tiene multas por más de 2.000 pesos.
Además, el juez que investiga a Suris por presunto narcotráfico, Santiago Martínez, solicitó al fiscal Alejandro Cantero que investigue a Fariña. Hay una escucha en la que Suris habla sobre comercializar dólares falsos. El juez cree tener indicios de que Fariña es la persona que dialoga con el bahiense.
El contador sigue acumulando problemas legales. Ayer, Fariña fue demorado en una comisaría de Pinamar. El joven fue notificado de que deberá presentarse ante la Justicia para entregar la documentación del Audi TT. Podría ser debido a un emplazamiento por no declarar los impuesto del vehículo, informaron fuentes policiales.
La pista suiza, otra clave
E.D.
En una entrevistra con PERFIL, el embajador de Suiza, Johannes Matyassy, contó los entretelones de la relación entre su país y la Justicia argentina en el caso Báez.
El diplomático reveló que “la familia Báez” pidió a la Justicia suiza que levante el congelamiento de los fondos en sus cuentas bancarias en ese país. En su libro Las bóvedas suizas del kirchnerismo, el periodista Juan Gasparini había adelantado esa información. Hasta el momento no estaba confirmado oficialmente que las cuentas estuvieran a nombre de los Báez, hasta la semana pasada, cuando Matyassy lo afirmó a este diario.
El embajador también aseguró que en su país se sigue una causa paralela contra los Báez por lavado y que el expediente está avanzando.
Sobre la posibilidad de que Suiza entregue información sobre esas cuentas, Matyassy dijo que sucederá si el juez Casanello muestra indicios de que la evasión fiscal cometida por Báez está relacionada con actos de corrupción, como sobreprecios.