Concluida la pelea electoral, el presidente Néstor Kirchner volvió a mostrarse relajado en uno de sus cotidianos discursos en el Salón Sur de la Casa Rosada, donde anunció la firma de un contrato para la construcción de una planta depuradora de residuos cloacales en la La Matanza, para avanzar en el plan de saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo.
A su vez, el Presidente se mostró irónico ante un auditorio repleto de dirigentes electos en los comicios del pasado domingo. "`¿Qué va a hacer con Néstor Kirchner´", manifestó el Jefe de Estado que le preguntaron a Cristina Fernández en un reportaje. Inmediatamente el pingüino disparó risueño: "Voy a ir a un café literario".
Ya fuera de broma, Kirchner volvió a manifestar "una profunda alegría" e insistió con la concertación plural conformada por el gobierno de cara a las elecciones que erigieron a la primera dama como la primera presidente mujer electa de la historia argentina.
"Nosotros fuimos abiertos siempre", afirmó Kirchner, quien aseguró que desde el Frente para la Victoria nunca se fijaron en colores políticos a la hora de conformar una fuerza nacional.
Más flores a Cristina. Finalmente, Kirchner manifestó que su esposa "va a ser una gran presidenta para la Argentina", mientras que aseveró que "vamos a trabajar para que este gobierno (el de Cristina Fernández) sea el mejor gobierno de todos los gobiernos".
A pocos metros de distancia del atril desde donde Kirchner despacha sus opiniones sin poder ser repreguntado, la senadora lo miraba entre risas cómplices rodeada de funcionarios y dirigentes electos, aunque no se dispuso a usar el micrófono oficial.