Luis Juez explotó de bronca contra Mauricio Macri luego de que se hiciera pública una reunión con Martín Llaryora, el candidato a gobernador que Juan Schiaretti bendijo para sucederlo en Córdoba.
“Confunde y molesta. ¿Cuál es el motivo para juntarte con el enemigo de Cambiemos en Córdoba?”, expresó el senador visiblemente enojado por el encuentro entre el ex Presidente y el intendente de la capital cordobesa.
Llaryora es una persona de extrema confianza de Schiaretti. No sólo porque lo impulsó a competir por la gobernación en 2023, sino también porque fue quien aseguró que el actual mandatario provincial competirá en las presidenciales del año venidero.
La reunión que molestó a Juez ocurrió hace una semana, antes de que Macri volara hacia el Mundial de Qatar como representante ejecutivo de la Fundación FIFA. Llaryora llegó hasta las oficinas del creador del PRO en Vicente López y allí dialogaron.
Para Juez, que busca ser el gobernador de Córdoba luego de arrasar en las legislativas del 2021, se trató de una afrenta. “No hay forma de que nos caiga bien. Me cayó horrible, pero tengo una ventaja: no le pido permiso a Macri para nada. Molesta e irrita. No ayuda, confunde”, le dijo a Radio Pulxo 95.1.
Para el legislador, hay un componente personal en el accionar de Macri: está en desacuerdo con sus maneras y su forma de ser.
“Yo no le pido permiso a Macri ni a nadie. Yo no tengo nada que ver con determinados tipos de la política de Córdoba. Tengo una relación de respeto y de cariño. Pero no comparto muchas cosas”, se diferenció.
Furioso, dijo que va a esperar a que el referente de Juntos por el Cambio regrese de la Copa del Mundo para hablar. “Se lo voy a decir cuando lo vea. No es bueno que nuestros dirigentes hablen con nuestros enemigos”.
“Al peronismo no vamos a regalarle nada. Y esta reunión es un botón de muestra del daño que buscan hacernos. El peronismo sabe cómo generar situaciones de zozobra en nosotros”, sostuvo, sin olvidarse del otro actor del encuentro.
A esto se suma la preferencia de Macri por Rodrigo De Loredo, el diputado radical que también quiere posicionarse bajo el sello de Juntos por el Cambio para competir por la gobernación cordobesa.
El cordobesismo quiere ampliarse
El 1 de noviembre último, Martín Llaryora adelantó en Modo Fontevecchia que Schiaretti buscaría instalar su figura a nivel nacional para competir por el sillón máximo en la Casa Rosada. También develó el deseo de sumar "dirigentes de otros partidos".
"Schiaretti quiere crear, con dirigentes de otros partidos, un marco, una tercera posición que, si gana, va a intentar generar acuerdos nacionales, sin odio. Apostando al crecimiento y el progreso. No es sólo estabilizar la macroeconomía, que baje la inflación o tener una mejora fiscal. Comprendemos que al lado de eso debe haber un mapa de desarrollo productivo, que hoy no existe. Son diferenciales", expresó el intendente de la capital.
Esta tercera línea impulsada desde el cordobesismo (una fuerza que formaron José Manuel de la Sota y el propio Schiaretti), fue lo que el actual gobernador de Córdoba intentó entre 2015 y 2019 con dirigentes como Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey y Miguel Pichetto. Cuando se truncó, cada uno tomó caminos diferentes.
De acuerdo a Llaryora, el objetivo de ampliarse continúa en pie. Ya fueron conocidos los encuentros de Schiaretti con Facundo Manes, el diputado radical crítico de Mauricio Macri. Ahora la amplitud alcanzó nuevos niveles con el encuentro del intendente y el líder del PRO. Al menos desde los gestos, el peronismo cordobés establece nuevas relaciones políticas.
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