El 16 de octubre de 2018, el juez de Garantías de Avellaneda, Luis Carzoglio, tomó una decisión que lo colocó bajo la lupa de todos los medios. Aquel día, el magistrado rechazó el pedido del fiscal Sebastián Scalera de detener al sindicalista Pablo Moyano -hijo de Hugo-. Meses después, el magistrado fue suspendido por 90 días, debido a un jury que se había iniciado años antes.
Tiempo después de la resolución que permitió a Moyano seguir en libertad, Carzoglio relató que dos personas de la Agencia Federal de Inteligencia (Juan Sebastián De Stéfano y Fernando Di Pascual) habían visitado su oficina para pedirle la detención de Moyano. Incluso, le confirmó a PERFIL que cuenta con dos copias de un borrador que le enviaron esas personas.
- ¿La visita de los agentes de la AFI a su oficina fue un apriete?
- Inicialmente no lo noté como un apriete. Después, cuando ellos me dijeron que el Presidente de la Nación estaba interesado en la detención de Moyano y me preguntaron "¿usted qué quiere?", yo les respondí que quería hablar con el Presidente. Creo que este país no lo puede manejar él solo y yo quería transmitirle mi preocupación por lo que pasaba. Me contestaron que no había ningún problema, que se podía lograr esa charla, pero que primero necesitaban la detención de Pablo Moyano y reconocieron que estaban obsesionados con ese asunto.
- ¿Cuál fue su respuesta?
- Le dije que yo todavía no tenía el expediente pero que, cuando lo tuviera, si el fiscal pedía la detención, en función de los elementos, iba a resolver. En ese momento me anticiparon que me iban a enviar un borrador con la orden de detención para facilitarme la tarea. A las dos horas tuve el borrador ese. Después tuve dos o tres intercambios por WhatsApp con Di Stéfano. En uno me preguntó si yo necesitaba algo y en el otro si ya me había llegado la causa.
- ¿Fueron agresivos en algún momento?
- No, no. Simplemente, preguntaron qué era lo quería yo a cambio de la resolución en contra de Moyano. Ahí fue cuando les dije que quería hablar con el Presidente.
"Hubo una campaña de Majul, Lanata y Feinmann en contra de mi persona"
¿Usted cree que realmente iban de parte de Macri?
- Ellos actúan por instrucciones de un superior. No puede ser que la Agencia Federal de Inteligencia actúe de forma autónoma a la Presidencia.
- ¿Recibió alguna disculpa por parte de Gustavo Arribas o Silvia Majdalani por el episodio que vivió?
- No, nada de eso. La que sí me llamó, en enero, fue Elisa Carrió. Yo había tenido dos reuniones con su secretaria, en las que le llevé elementos de la denuncia mía contra los agentes de Inteligencia. Después, ella se comunicó conmigo, me dijo que sabía que yo era un hombre honesto y que no podía aceptar actitudes antirrepublicanas.
- ¿Son comunes este tipo de procedimientos por parte de los servicios?
- Yo en diez años de juez nunca viví algo así. Tuve alguna presión por parte del anterior Gobierno anterior, pero fue mediante el despido de algún familiar de la Municipalidad o del jury. Pero nunca había vivido una situación así con agentes de inteligencia.
- ¿Cuándo empezó a sentirse apretado?
- En los días previos hubo una campaña mediática de Majul, Feinmann y Lanata. Majul se preguntaba si yo me iba a animar a detener a Moyano y Lanata me calificó de impresentable. Después, en la tarde en la que yo emití la resolución mi familia recibió una amenaza de muerte.
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- ¿Encuentra algún vínculo entre su apartamiento y esta causa?
- El apartamiento surge de un jury que me labraron en 2015. Recién después de que yo resolví en la causa Moyano lo impulsaron. Lo utilizaron como castigo.
- ¿En qué se basa aquel jury?
- Cuando ingresé al poder judicial me propuse hacer una gestión transparente, como toda mi vida. Cuando llegué al Polo Judicial de Avellaneda me encontré con una fiscalía que no era prolija, muy relacionada a un sector de la Policía Bonaerense. Cuando empecé a ver lo que hacían comencé a tener problemas con la UFI 4, que es a través de la cual se armó el jury. Además, hubo algunas imputaciones sobre decisiones correctas que tomé, como por ejemplo dar detención domiciliaria a personas que estaban en comisarías colapsadas, pero guardando los recaudos legales. También mencionaban el tema de los amparos, que con la gente de Avellaneda tomamos sin mandar a sorteo, actuando como dice la Constitución.
- ¿Sigue considerando que no había elementos para detener a Pablo Moyano?
- Sí, sin ninguna duda. Vas a ver cómo termina esta causa.
JPA HB EA