Guido Otranto, juez a cargo de la causa por la desaparición de Santiago Maldonado, habló este domingo con la prensa y se refirió a las medidas que ha tomado para poder resolver qué pasó con el joven.
“Quiero aclarar que cuando no se pasó del otro lado del río no fue por una cuestión de respeto a una tierra sagrada sino que no había posibilidad de pasar porque no había posibilidad de imponerse físicamente”, sostuvo el magistrado ante la negativa que tuvieron el 5 de agosto de no seguir el olfato de los perros.
"En ese momento [el 5 de agosto] había un policía con un perro, nada más y yo no estaba. Ellos decidieron que del otro lado no se pasaba: ellos eran muchos y había un solo policía, con otro de apoyo labrando el acta. No es que se decidió retirar el operativo porque ellos dijeron que del otro lado era tierra sagrada, sino que no se podía pasar porque ellos no lo permitieron", explicó el juez.
Sobre el tema, Otranto agregó: “No se pudo porque no se podía imponer físicamente a la negativa de la gente de la comunidad. El 16 no hizo falta porque los rastros de olor que seguimos en ese momento no nos conducían”.
En cuanto a las sospechas que apuntan hacia la fuerza de seguridad, el juez federal de Esquel sostuvo que “es esencial tener el resultado de las pruebas de ADN para ver en qué situación están los gendarmes”. Comunicó además que los resultados estarían disponibles en una semana y que se analizará “todo lo que se encontró en los vehículos, la casa donde vivía Maldonado y la ropa que nos aportaron que sería de él”.
“Si llegan a quedar imputados va a depender de los requerimientos que haga la fiscal en la causa que instruye por desaparición forzada”, agregó sobre la situación de los gendarmes que estuvieron en el operativo de desalojo el pasado 1 de agosto.
El juez también desvinculó a Pablo Noceti, jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, del operativo de Gendarmería donde fue visto por última vez Maldonado: "Creo que Noceti no comandó el operativo", afirmó.
