La Presidenta celebró hoy haber tenido una "buena noticia". Lejos de la agenda política de las últimas semanas, festejó públicamente el mensaje que le enviaran sus abogados en Italia, quienes le informaron vía mail que ganó la querella iniciada contra una colaboradora y un exeditor del diario italiano Corriere della Sera, tras la publicación de un artículo en el que se aseguraba que, en 2008, la mandataria había protagonizado un sinfín de lujosas y extravagantes compras en tiendas de lujo romanas, durante su participación en una cumbre internacional organizada por la FAO.
De acuerdo con el relato presidencial, "existió el delito de difamación por medio de la prensa", de parte de Maria Egizia Fiaschetti y Paolo Mieli, quienes fueron condenados a pagar una "multa de 41 mil euros".
"Voy a donarlo al Hospital de Niños de La Plata Sor María Ludovica", anunció la Presidenta, que dedicó varios minutos de su discurso para recordar el caso.
"Decían que me había ido a Bulgari y había comprado no sé qué cosa por 100 mil euros. Y había ido a Pratesi", relató. "¡Nunca se me hubiera ocurrido ir a comprarme sábanas allá, con las que hay en Argentina!", exclamó.
"Nunca le había hecho juicio a nadie", aclaró la mandataria, en un intento por explicar por qué se había determinado a enjuiciar a los dos periodistas, tras las acusaciones proferidas.
El caso. La nota, publicada en el Corriere della Sera el 4 de junio de 2008, fue firmada por Maria Egizia Fiaschetti. Allí informaba que Cristina había salido de compras por la vía Margutta con una amiga italiana y había comprado joyas en el local Enigma, del reconocido diseñador Gianni Bulgari, según informó Clarín. También se hablaba de finísima ropa de cama en otro exclusivo comercio, donde se decía que había elegido sábanas de 1000 euros. Siempre según la periodista, la Presidenta había hecho otra parada en la "blanquería Pratesi" para comprar "un conjunto de sábanas de dos plazas" valuado en mil euros.
La demanda penal por "difamación" fue contra la periodista y también contra el editor responsable del Corriere della Sera, Paolo Mieli. Ante la novedad, la jueza Elena Scozzarella hizo lugar a la demanda y el 16 de marzo de 2010 dispuso la realización del juicio respectivo. Mientras tanto, cuatro meses después, en nuestro país, Cristina anunciaba la despenalización de las querellas por calumnias e injurias en la Argentina para temas "de interés público". Recién a fines del año pasado, la Presidenta fue llamada a declarar en la investigación, cosa que hizo por teleconferencia.
Justicia afuera. El anuncio de Fernández de Kirchner sirvió para cuestionar otra vez a buena parte del Poder Judicial, al expresar que, este caso hubiera ocurrido en Argentina, ella no se habría decidido a emprender una demanda. "No hay jueces. Tienen miedo de lo que inventan, de que les pueda pasar lo mismo", supuso.
"Otros son opositores. Quieren ser independientes, pero de los Reyes de España", ironizó la Presidenta. "Ya nos pasó con las reservas y ochocientas mil cautelares que nos han presentado", ejemplificó, mientras recordó que algunos medios argentinos habían reproducido la información del periódico italiano.
"Había pensado en demandar a La Nación, ¿pero qué? ¿Voy a demandar a La Nación, que todavía tiene un juicio porque no paga los impuestos? ¿Van a condenarlo por una mentira, una infamia?", lanzó.
"Me duele haber encontrado justicia en un país que no es el mío", lamentó.