"Los profesionales son como las prostitutas, escriben mentiras en defensa de los intereses de los que les pagan. Los militantes, en cambio, escribimos la verdad al servicio del pueblo. Soy primero militante, después periodista".
Así comenzaba la declaración que el nuevo director de la agencia de noticias estatal, Télam, Martín García, le realizaba al suplemento Enfoques del diario La Nación. Sus palabras tuvieron una fuerte repercusión (Perfil.com reprodujo sus dichos) y el titular de Télam, quien afirmó que "descree totalmente de la objetividad y de la neutralidad de los periodistas", hizo circular una carta interna en la agencia que distribuyó entre algunos de sus empleados.
En el memo García arranca diciendo: "Uno ya sabe que darle una nota a La Nacion es darle un martillo para que te pegue, aun así, entendí que debía dársela, ya que traían varias declaraciones mías dichas con anterioridad a mi asunción en Telam y me pareció mejor definirme yo -en algunos temas- antes que me definiera el enemigo".
Posteriormente reconoce que en líneas generales la nota dice cosas que él ha formulado pero también afirma que hay cosas que no las dijo y a continuación las puntualiza: "En primer lugar, jamas dije esa boludez de que prefiero militantes a periodistas. Sin embargo es una frase que les cierra a ellos que quieren demostrar que utilizaremos a la Agencia para hacer propaganda partidaria. Yo no dije tal boludez y tampoco lo pienso. De hecho no lo hemos hecho en todo este tiempo y tampoco lo haremos. En líneas generales todas las incorporaciones han sido para apuntalar el nivel profesional. Respecto de "las prostitutas" vino a cuento porque ellos querían demostrar que yo era -primero- un militante (cosa que yo he dicho infinitas veces en mis charlas) y por esa razón yo "utilizaría" la agencia para "propaganda" y "mentiría" por la causa, "manipulando" la información. Lo que no es cierto". Entonces lo que hice fue cuestionar "duramente" el concepto de "periodista profesional" que utilizan ellos para hacerle creer a la gente que -esos periodistas- se comunican directo con Dios, tienen la versión de la biblia sobre los hechos y son impolutos, es decir Intocables. Y yo los toqué. Porque los conozco".
Pero García va mucho más allá: "Conozco esta canalla que militaba en el Partido Comunista o militaban en el ERP o en Montoneros y hoy -sin ponerse colorada- trabaja para los grupos del oligopolio mediático. Grupos que acompañaron la tortura y muerte de nuestros compañeros por dinero y por poder. Conozco a estos "periodistas" que tuvieron merito y talento y hoy lo ponen al servicio de los poderosos. Y a muchos servicios del Proceso y otras revoluciones oligárquicas y pro yanquis. A los conocidos nombres de la tele que han ido incrementando sus haberes a medida que han ido posicionandose contra el campo nacional y popular..."
Sobre el final, puntualiza: "Muchos de todos éstos "periodistas profesionales" - como dije - "me hacen acordar a las prostitutas que hacen el amor por dinero (si querer ofender a estas ya que al menos, por dinero, hacen el amor y no el odio). Los periodistas que yo conozco, que conocemos, que han compartido nuestras mesas u otras, son trabajadores y mas allá de lo que piense cada uno, merecen todo mi respeto, como tales. Sin dudas. Estas cuestiones se dirimen en la realidad".