El empresario kirchnerista Lázaro Báez no será más investigado en el juzgado de Norberto Oyarbide por supuesto uso de facturas truchas y la causa pasará a manos de otro magistrado, Sebastián Casanello.
La Cámara Federal resolvió un conflicto de competencia entre ambos jueces y decidió el cambio de juez en dirección a Casanello, porque habría conexidad con otra causa que este magistrado lleva contra Báez por supuesto lavado de dinero en la compra de un campo en Mendoza.
La denuncia original del asunto fue hecha por la diputada nacional y presidenciable del GEN, Margarita Stolbizer, y recayó en el juzgado de Casanello. Éste se excusó de intervenir y la derivó a Oyarbide con el argumento de que habría conexidad con una denuncia contra el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray.
Pero Oyarbide no coincidió con su par y devolvió la causa a Casanello, hasta que ahora la Cámara Federal dirimió el asunto asignándole el caso al segundo, según informaron fuentes judiciales a la agencia DyN.
Casanello lleva una causa que intenta determinar si Báez y otras personas lavaron dinero en la compra-venta de la estancia "El Carrizalejo", que en diciembre de 2010 fue adquirida en cinco millones de dólares en efectivo y dos años después se vendió en 1,8 millones.
El mediático financista Leonardo Fariña intervino en la operación y primero declaró que la plata se la había dado Báez pero dos días antes de la indagatoria del empresario se retractó, dijo que mintió, le pidió disculpas y sostuvo que el dinero era de otro empresario, Carlos Molinari.
Cuando Báez fue indagado por Casanello declaró por escrito que nunca participó de la compra-venta de la estancia y que no conoció en persona a Fariña, quien se desempeñó en su empresa Austral Construcciones, de la que fue apartado.
Los otros investigados son el contador Daniel Pérez Gadín, el asesor Fabián Rossi y Roberto Erusalimsky, el empresario que terminó comprando las tierras.