"Teníamos aquí una oportunidad importante y única en la historia. Una convención constituyente no se va a volver a reunir en cincuenta o en cien años más". La dueña de esas palabras no es otra que Cristina Kirchner. Y las dijo hace 18 años, en la Convención Constituyente que en 1994 modificó la Constitución que, entre otras cosas, incorporó la posibilidad de una sola reelección para el presidente.
Tanto Cristina como Néstor Kirchner fueron convencionales y votaron a favor de la nueva Carta Magna que pergeñó Carlos Menem. La misma que hoy desde sectores del kirchnerismo es tildada de “neoliberal”.
El único cambio en el que el matrimonio marcó su disidencia fue respecto del tema coparticipación. En la sesión del 4 de agosto del 94, Cristina planteó que había que “modificar las relaciones de fuerzas entre las provincias y la Nación; modificar la posición de dónde y cómo discuten las provincias frente a la Nación”. Además, destacó el trabajo hecho por Menem para “reformular el Estado”.
El 10 de agosto, Néstor, que era gobernador de Santa Cruz, se quejó de que no le llegaban fondos cuando criticaba: “A diario me toca vivir ese peregrinar para lograr decisiones, porque cada vez que hago una crítica o levanto mi voz se me duermen hasta los cheques en los cajones”. El encargado de responderle desde el menemismo fue Jorge Yoma, hoy diputado K.
En ese entonces, Cristina probablemente ni se imaginaba que algunos de sus planteos se iban a contradecir con lo que algunos kirchneristas intentarían modificar años después.
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