Las reservas internacionales netas del BCRA, calculadas bajo metodología del FMI, están en un terreno negativo por US$ 7 mil millones, según Ecolatina.
De esta manera, las arcas de la máxima autoridad monetaria se encuentran en un momento crítico, un cristal a punto de romperse, de cara al escenario que enfrenta el Gobierno hacia adelante.
En las últimas cinco jornadas, el Central se desprendió de US$ 465 millones en el MULC. De este modo, hiló seis semanas consecutivas con un saldo neto vendedor. Así, la entidad que encabeza Miguel Ángel Pesce vendió en lo que va del mes casi mil millones de dólares, mientras que el acumulado del año ya se ubica en torno a los US$ 4 mil millones.
Sin embargo, la lupa ahora se encuentra puesta en la venta de yuanes, que comenzó a ser la variable seguida de cerca por el mercado.
En las últimas cinco ruedas, el Banco Central se desprendió de casi 4 mil millones de yuanes, equivalentes a unos US$ 555 millones.
“Contabilizando correctamente las intervenciones del BCRA en el MULC, los datos que arrojaron hasta el viernes, en lo que va de julio se vendieron US$ 953 millones, de los cuales US$ 921 millones se hicieron en yuanes”, explicó Salvador Vitelli, economista de Romano Group.
Sumado a las ventas de junio de los yuanes, en torno a mil millones de dólares, y el pago al FMI por 2.700 millones de dólares, de los cuales US$ 1.100 millones salieron del stock en moneda china, el BCRA lleva más de US$ 3 mil millones usados del swap chino.
Por lo cual, de acuerdo con el último viaje al país asiático del ministro de Economía, Sergio Massa, la disponibilidad era por unos US$ 5 mil millones. Por este motivo, quedan menos de 2 mil millones de dólares del swap con China.
Hacia adelante. En septiembre hay otro pago al FMI por casi mil millones de dólares. El Central tiene poco poder de fuego para intervenir y, a su vez, hacerle frente al pago al organismo internacional, por lo que no se descarta que vuelva a utilizar yuanes, de los cuales la entidad monetaria cuenta con algo menos de US$ 2 mil millones.
Es decir, el BCRA cuenta del swap con China para el próximo mes y medio, lo que vendió en el MULC en el último mes y medio.
Esto denota la delicada situación de las reservas.
La duda es qué margen de maniobra tiene el Central para alimentar con ese flujo de yuanes la demanda de los importadores y en el mercado cambiario.
“En caso de que las negociaciones continúen demorándose, el Gobierno podría volver a utilizar yuanes correspondientes al swap con China para cancelar sus obligaciones con el FMI. Sin embargo, eso acotaría el poder de fuego del BCRA para intervenir en el mercado cambiario”, sostuvo Santiago Manopukian, asesor económico de Ecolatina.
Y agregó: “Entonces, mientras más se demore la llegada de desembolsos, mayor prudencia deberá tener el Gobierno con respecto a la utilización de yuanes en el mercado cambiario. Análogamente, si las autoridades pretenden sostener su ritmo de intervención, deberán tratar de llegar a un acuerdo lo antes posible”.
Durante junio, el Banco Central vendió yuanes en el MULC a un ritmo diario de US$ 50 millones y, en lo que va de julio, a razón de casi US$ 100 millones por día. Si mantiene este nivel de intervención, el BCRA gastaría la totalidad de lo que queda del swap chino en septiembre y no tendría con qué hacerle frente al vencimiento del Fondo.
Si las negociaciones con el FMI se tensionan aún más, los analistas no descartan que el Gobierno negocie con China la libre disponibilidad de la totalidad del swap.