POLITICA
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La crisis sorprendió al ministro de Justicia en una transición caótica

Mahiques debió retener a las autoridades anteriores mientras conseguía colaboradores. La jefa de las cárceles renunció tres veces.

Carlos Mahiques puso en funciones a Fernando Díaz como jefe del Servicio Penitenciario el 28 de diciembre.
| Dyn

Carlos Mahiques fue uno de los últimos nombres que la gobernadora María Eugenia Vidal dio a conocer como parte de su gabinete. El flamante ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires arribó a La Plata el 10 de diciembre, el mismo día que asumió. Ese día, las principales subsecretarías quedaron sin mando, ya que sus cargos cesaron automáticamente con el cambio de gestión. Sin embargo, el subsecretario de Política Criminal, César Albarracín, quien conoce a Mahiques de los años de su actividad como abogado, continuó unos días más en el ministerio para colaborar con la nueva gestión en la transición tardía. Bajo su área funciona el Servicio Penitenciario y junto a él, a pesar de haber presentado su primera renuncia el mismo 10 de diciembre, también continuó su jefa, Florencia Piermarini.

La relación en esos días sufrió tanto desgaste que los funcionarios sciolistas dejaron la función el 23 de diciembre, lo que hizo que hasta el 27 de diciembre el Servicio Penitenciario funcionara sin autoridades.

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En un principio, Albarracín y Piermarini continuarían hasta que Mahiques consiguiera reemplazantes, pero el poco avance en nombrar nuevas autoridades y desmanejos de la nueva gestión, hicieron que los funcionarios del sciolismo insistieran con su renuncia.

Mahiques pedía tiempo. Pero Albarracín y Piermarini ya no tenían autoridad en el área, porque no habían sido ratificados públicamente por el ministro, algo que reclamaban ambos para poder continuar la transición.

En esos días, a pesar de que Florencia Piermarini siguió por pedido del nuevo gobierno, no había comunicación directa entre el ministro de Justicia y la jefa del Servicio Penitenciario.

Cortocircuitos. Una de las principales diferencias entre los funcionarios sciolistas y la actual gestión se inició cuando el flamante ministro de Justicia visitó la Unidad 5 de Mercedes. El 17 de diciembre, Mahiques ingresó a la cárcel junto al intendente del distrito, Juan Ustarroz y luego envió a recorrer la unidad a “un amigo”, para conocer la situación carcelaria. De estas visitas, habrían quedado en contacto directo con agentes del Servicio Penitenciario que luego se comunicaron con el funcionario de Vidal para asegurarles que habían “frustrado una fuga”. Los agentes de la Unidad le aseguraron que dentro de uno de los pabellones habían encontrado dos uniformes penitenciarios en la basura que iban a ser usados por presos para escapar. Inmediatamente, por esta denuncia, Mahiques ordenó el pase a disponibilidad del Director del Penal, Marcelo Gorosito, por no haber informado la situación.

Albarracín y Piermarini se negaban a hacer ese cese ya que, según pudo reconstruir este medio, el fallido intento de fuga nunca habría existido y sólo habría sido una jugada de los agentes del Servicio Penitenciario de menor rango para desplazar a su director y alcanzar la confianza del nuevo ministro.

El 23 de diciembre, Albarracín le anunció al ministro que no continuaría y que Piermarini volvía a pedir que se le aceptara la renuncia. Era la tercera vez. Mahiques le agradeció a Albarracín por el trabajo y le hizo transmitir a la jefa del Servicio Penitenciario que, tal como solicitó, “junte sus cosas del escritorio” para dejar lugar a su reemplazante, Fernando Díaz.

Los días siguientes, hasta el 27 en que se produce la fuga, el ministro no le firmó formalmente la renuncia a Piermarini. El Servicio funcionó sin autoridades. La madrugada del escape, a pesar de no estar más en funciones, fueron Piermarini y Albarracín quienes le avisaron al ministro lo sucedido.

 

Pide detener a los jefes del penal

A cinco días de la fuga de los tres detenidos condenados por el triple crimen de General Rodríguez, el ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Carlos Mahiques, acusó al jefe de la cárcel de General Alvear de haber facilitado su evasión. “Del sumario administrativo surge que el rehén (tomado por Víctor Schillaci y los hermanos Martín y Cristian Lanatta) dijo que uno de los fugados hizo alusión directa a la complicidad o intervención del jefe de seguridad del penal” en la fuga, reveló el funcionario bonaerense.

En el sumario administrativo interno del penal “aparecieron datos que incluían imputaciones bastante directas” contra el jefe de seguridad del penal, sostuvo el titular de la cartera de Justicia al canal Todo Noticias (TN) y precisó que “estaría vinculado a la organización de la evasión”.

El ministro continuó: “Fue indagado por nosotros en el sumario administrativo y no admitió responsabilidades aunque entendimos que incurrió en contradicciones que para nosotros merecerían una explicación más clara”, manifestó. Para Mahiques, “sería bueno” que el agente del Servicio Penitenciario Bonaerense sea detenido porque si “permanece en libertad” entonces, agregó, “podría entorpecerse la investigación” de la fuga de los hermanos Lanatta y Schillaci, el domingo último.

En cuanto al estado de la prisión de General Alvear, Mahiques expresó que “las cámaras de seguridad no grababan imágenes” al momento de la fuga del trío condenado, consideró que eso “es una irregularidad grave”.