El próximo 27 de septiembre el INDEC dará a conocer el índice de pobreza para el primer semestre de este año, en medio de la campaña de cara a las generales de octubre, y que de acuerdo con las estimaciones habría un aumento de la cantidad de pobres.
Los especialistas coinciden en que el dato rondaría en torno al 42% o 43%, debido a la aceleración de la inflación, a pesar de la baja tasa de desempleo y que la actividad económica durante el período sirvió como resorte para que el indicador no se dispare.
Sin embargo, eso fue previo a la devaluación del 22% del 14 de agosto, tras las PASO. Que, entre otras cosas, provocaría que agosto y septiembre la inflación se ubique en el orden de los dígitos, y en valores mensuales más altos desde abril de 2002 o incluso desde marzo de 1991.
De esta manera, la inflación golpearía aún más los indicadores sociales de cara al segundo semestre de 2023, sumado a que también comenzaría a influir el impacto de la sequía en las mediciones de actividad económica. Quedaría ver cuánto podría amortiguar las nuevas medidas relacionadas a la suma fija e incremento de las ayudas sociales.
Inflación por las nubes: “Lo de septiembre es un preámbulo de lo que va a ser diciembre”
En este contexto, el observatorio de la Deuda Social de la UCA alertó recientemente al respecto sobre la evolución de los últimos años.
En su estimación, con una metodología diferente de la que elabora el INDEC, la UCA reflejó que la pobreza alcanza al 38,9% de la población, una tasa similar a la observada en 2006, es decir, 17 años atrás.
En este aspecto, coincide con las estimaciones del INDEC que su última medición publicada muestra que la pobreza fue de 39,2% y la indigencia de 8,1% en los últimos seis meses del año pasado.
De acuerdo con el nowcast de pobreza de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), que es a base de los microdatos de la EPH, para el primer semestre de 2022 la pobreza fue del 43%, y superaría en ese caso al segundo semestre de 2020, que dio 42% en plena pandemia.
“La estimación de la tasa de pobreza con la nueva canasta de 2004/2005 da en el primer semestre de 2006 de 43,8 (promedio entre 44,5% en el primer trimestre y 43,1% en el segundo trimestre) y en el segundo semestre de 2006 de 40% (promedio de 38,8% y 41,2%), es decir, el dato más alto desde esa época”, explicó Martín González Rozada, economista a cargo del nowcast de la UTDT.
A su vez, volviendo al dato del informe de la UCA, el número de pobres treparía al 50% sin la asignación por hijo y otros planes sociales.
En este sentido, Ianina Tuñón, investigadora responsable del Barómetro de la Deuda Social Argentina, aseguró: “La AUH, el IFE y la Tarjeta Alimentar lograron que la indigencia no se dispare y se muestre estable en los últimos años”.
Otro aspecto que resalta el informe es que la tasa de pobreza es más alta en la franja etaria hasta 17 años, en el 61,6%.
De acuerdo con una estimación de la consultora Analytica, cuando arrancó en 2009 la AUH cubría básicamente el 80% de la canasta básica de un niño y hoy llega al 26%.
Esto se da a la par de una baja en la tasa de desempleo y es lo novedoso de este aumento de la pobreza.
“Es un factor que contiene, que impide que el aumento de la pobreza sea mayor. La situación de una demanda agregada de empleo bastante alta que todavía se mantiene en un ritmo de crecimiento, aunque en los últimos meses va a la baja”, dijo Agustín Salvia, jefe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA.
También los especialistas alertan por un incremento de la desigualdad.
