La presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue imputada por el fiscal Gerardo Pollicita, a cargo de la denuncia por presunto encubrimiento en la causa AMIA que hizo su antecesor, el fallecido fiscal Alberto Nisman.
Sin embargo, entre la tarea de los dos fiscales hay una diferencia clave: Pollicita la imputó, pero no la llamó a indagatoria, algo que había propuesto el propio Nisman en enero cuando presentó la acusación. Fue días antes de aparecer con un disparo en la cabeza en su departamento de Le Parc, en una muerte aún caratulada como “dudosa”.
"La imputación es una etapa previa”, explicó a Perfil.com el abogado penalista Sergio Doutres. Sobre la diferencia de término, sostuvo: “Si el fiscal pide indagatoria, considera que existe verdadero estado de sospecha y en virtud de eso decide solicitarla que es el paso para solicitar, por ejemplo un procesamiento".
En cambio, "en la denuncia de la imputación se pide la investigación del caso y ahí se verá si existen elementos o no para indagar. La fiscalía no tiene la obligación de llegar a un procesamiento de indagatoria siempre. Ante posible delito tiene que si o si iniciar la investigación. En virtud de esos elementos determinará si hay elementos sólidos para solicitar una indagatoria", completó
Para Doutres, la diferencia de criterios se basa en que "quizás Nisman tenía algún otro dato o información que el nuevo fiscal (Pollicita) del caso no tiene .Entonces es muy jugado ir y avanzar en una indagatoria cuando no se tiene la certeza".
Sobre el rol que tomará el juez Daniel Rafecas, a cargo de la causa, opinó que"seguramente mantendrá un rol expectativo y lo tendrá al fiscal de un lado y el se quedará como árbitro. El juez no sostendrá medidas sino que deberá ser el fiscal quien lo haga".
(*) De la redacción de Perfil.com.
