Omar "Caballo" Suárez sufrió distintos embates hacia su salud durante los 15 meses que pasó alojado en los penales de Ezeiza y Marcos Paz. "Desde hace un mes que volvió a tener deposiciones con sangre", indicó a PERFIL su abogado, Carlos Broitman, quien solicitó su internación para realizarle una batería de estudios.
Una tomografia y resonancia magnética, por sus antecedentes cardiovasculares, sumado a una gastroendoscopia y una colonoscopia con sedación fueron los estudios que el letrado pidió para el ex líder del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU). El reclamo llamó la atención ya que dichos exámenes suelen realizarse de forma ambulatoria, lo que planteó la incógnita: ¿corre verdadero peligro la salud del sindicalista, o se trata de una maniobra de dilación judicial?
Claudio D'Osvaldo, especialista en Urología, explicó a Perfil que "una gastroendoscopía se utiliza para buscar algún tipo de lesión o alguna causa que justifique los síntomas que tienen los pacientes en zonas como el estómago y el esófago". El especialista agregó que "la colonoscopía sirve para ver tanto el recto como el colon y prevenir el cáncer de colon, por ejemplo". "Otras causas, por las que se puede solicitar este tipo de estudio, son el sangrado y el dolor abdominal", indicó.
"Por lo general, estos estudios se preparan de forma ambulatoria", comentó a este medio el secretario de la Sociedad Argentina de Gastroenterología, Nicolás Panigadi. “Los pacientes realizan la preparación en sus casas, aunque hay quienes necesitan que la preparación se haga en forma internada, porque acarrean antecedentes que podrían complicar la preparación normal”, afirmó.
El juez federal Sergio Torres, que subroga a su colega Rodolfo Canicoba Corral, le denegó la internación a Suárez luego de recibir un informe realizado por tres peritos del Cuerpo Médico Forense. Los médicos visitaron el miércoles al sindicalista, en la casa de su hija en la localidad bonaerense de Olivos, donde cumple arresto domiciliario desde hace una semana.
El gremialista, detenido en septiembre de 2016, se sometió a una intervención quirúrgica Instituto Médico de Alta Complejidad (IMAC), para extraerse pólipos gástricos. Además, sufrió de un accidente cerebro-vascular (ACV), que como secuelas le trajo la pérdida completa de la visión del ojo izquierdo, disminución de la audición del oído izquierdo y la reducción de la motricidad, por lo que camina con dificultad, según precisó Broitman. Los médicos forenses, no obstante, aseguraron que está en condiciones de realizarse estudios sin internación.
La neuróloga Silvia Brunskin afirmó a Perfil que luego de un ACV, en general, "las personas se someten a una internación para hacerse controles y análisis". "Esta etapa se la llama aguda y dura por lo menos dos semanas, donde se estudia si el cuadro se retrograda o quedan secuelas". Luego, se pasa al momento en el que "se realizan controles y rehabilitación sin la necesidad de internación", indicó.
En cuanto a los requisitos mínimos necesarios de preparación para una colonoscopía, Panigadi explicó que "siempre y cuando los pacientes estén bien, en lo que refiere a instalaciones, lo que se necesita es un baño". Mientras que "si un paciente necesita estar internado es porque acarrea antecedentes desfavorables para hacer la preparación normal, eso depende cada individuo", definió.
El letrado del "Caballo" sostuvo que su cliente se veía perjudicado porque en los penales "las condiciones deplorables por el estado de los colchones, y quienes lo atendían eran ginecólogos tratando temas cardiológicos". Además, a las "historias clínicas no se pueden acceder porque no tienen acceso los médicos de guardia", describió.
Mientras tanto, el procesado como supuesto jefe de una asociación ilícita aguarda por la decisión de la Sala I de la Cámara Federal porteña, que debate si se habilita o no la feria judicial de enero para analizar la apelación del fiscal federal Gerardo Pollicita, quien rechazó el otorgamiento del beneficio de prisión domiciliaria.