POLITICA
EL CAMINO A LA RENUNCIA

La extravagante gestión pública de Hortel: arte, Vatayón y "menos cárcel"

El exdirector penitenciario fue muy criticado por las salidas de presos a actos K. Militancia y ascenso veloz.

Hortel, junto a una de las tantas murgas que celebraron los actos K.
| Cedoc.

La fuga de dos exrepresores condenados del Hospital Militar lo había dejado en la cuerda floja al ahora exjefe del Servicio Penitenciario Federal (SPF), Víctor Eduardo Hortel. Y el escape de 13 reclusos del pabellón 3 del Penal de Ezeiza -el de "máxima seguridad"- aceleraron los tiempos de su renuncia. Luego de dos años y cuatro meses en el cargo, el militante dejó la función pública, pese al respaldo de La Cámpora y su referente judicial, el secretario de Justicia Julián Alvarez.

Oriundo de La Plata y de profesión abogado, el Negro Hortel se autodefine en Twitter como "Negro de Mierda. Peronista. Pincharrata. Abogado Penalista. Orgullosamente K". Para él, como para muchos especialistas en el tema, "no debe haber una 'mejor cárcel', sino menos cárcel". Ligado a cuestiones procesales y carcelarias por la trayectoria de su padre - profesor de derecho procesal penal en la Universidad de La Plata y miembro de la Cámara Penal platense-, Hortel se vinculó con más facilidad al ámbito cultural, con la agrupación Negros De Mierda (NDM), definida -bajo la órbita de La Cámpora- como "un colectivo cultural, militante, nacional y popular". 

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Negros de Mierda articuló en los últimos años con otra agrupación ultra K, Vatayón militante: ambos realizaban actividades artísticas con reclusos, incluso fuera de los penales. Los cuestionamientos se multiplicaron luego de que se conociera un video en el que el propio Hortel participara de una murga junto con los presos del penal de Marcos Paz a fines de 2011. El exfuncionario aparecía tocando el tamboril junto a Pablo Díaz, condenado a perpetua por la violación y asesinato de Soledad Bargna en 2009.

Su pasión por los actos musicales también quedó evidenciada en un festival de rock que organizó en la cárcel de Devoto: el entonces director del SPF acudió disfrazado de Spiderman. En ese encuentro, Hortel se vanagloriaba de que, en un solo año, había logrado que el 70% de los presos retomara algún grado de estudios, lo que implica mejoras en las condenas para los reclusos.

 

"Mucho antes que funcionario soy militante", repitía y una y otra vez. Su fervor ultra K lo hizo quedar expuesto ante la opinión pública luego de que Sergio Schoklender denunciara las polémicas salidas de presos para tocar en conciertos de rock en actos kirchneristas, entre ellos, el exmiembro de Callejeros Eduardo Vázquez, condenado por el asesinato de su esposa, Wanda Taddei.

Con La Cámpora al poder. El exfuncionario trabajó para la Universidad de La Plata, la Universidad Católica y el Consejo de la Magistratura en los años '90. Luego pasó por Gendarmería Nacional (1998), Defensoria General de la Nación (1999). Hasta 2007, siguió ejerciendo cargos en las dos casas de altos estudios y en la Magistratura porteña, según los registros de la ANSES a los que accedió Perfil.com.

Hortel ingresó al Poder Ejecutivo Nacional en diciembre de 2009, pero recién el 9 de junio de 2010, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner aprobó su contratación como asesor técnico especializado en la "Subsecretaría para la reforma institucional" de la Jefatura de Gabinete, entonces a cargo de Aníbal Fernández.

Con una mayor influencia de Máximo Kirchner y La Cámpora en las preferencias de CFK, Hortel fue nombrado como director nacional del Servicio Penitenciario Federal en abril de 2011.