Al parecer, la teoría de la comunicación continúa siendo eje del interés de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Luego de anunciarse la semana pasada la creación del polémico Observatorio de Medios, la mandataria volvió a arremeter hoy contra los medios de comunicación de una manera muy singular, al decir que para muchos “todos los días llegan los marcianos”.
De este modo, como aclaró, la ex primera dama quiso ejemplificar la que es a su entender la situación actual del periodismo argentino, haciendo alusión al legendario episodio en que Orson Welles anunció por radio una invasión alienígena que nunca existió en realidad, lo que provocó que muchos norteamericanos se suicidaran.
“Pero el mundo no se acaba, el mundo sigue”, aclaró Cristina en un acto en Casa de Gobierno en el que anunció obras para la ciudad de Rosario, tal vez preocupada por las reacciones que los pronósticos y comentarios de la prensa estarían por provocar en una población que, según parecería creer la Presidenta, se movería al influjo de los mensajes mediáticos del modo en que lo establece la teoría de la aguja hipodérmica.
Según ese modelo arcaico y perimido, característico del pensamiento conductista de la década del ’30 y para el que siempre se expuso como ejemplo aquel episodio derivado de la lectura por radio de “La Guerra de los Mundos”, de H. G. Wells, el público tendría un carácter totalmente permeable a las influencias de los medios; vale decir, aceptaría un mensaje radial, gráfico o televisivo sin cuestionarlo en lo más mínimo, lo que lo haría actuar de un modo absolutamente reflejo a los intereses de quien difunda la información.
Antes de su nueva incursión por la teoría comunicacional, la presidenta había calificado a la Argentina como “un país vital” que “pese a los agoreros” continúa en crecimiento, tras consignar que la economía creció “un 8,7 por ciento” en febrero.