POLITICA
hay diez en pinamar y cuarenta en mar del plata

La Gobernación pintó de color naranja hasta las casillas de los guardavidas

La campaña se trasladó a la Costa, donde el sciolismo instaló más de 50 descansos para los bañeros.

Estreno. En Pinamar, los nuevos refugios se inauguraron ayer.
| Juan Obregon

Desde Pinamar | Daniel Scioli pintó la costa “color esperanza”. El naranja invadió Pinamar, Cariló y Mar del Plata. Y, como si fuera poco, ordenó instalar en la arena casillas de guardavidas color naranja, con el logo “Buenos Aires Activa como Nunca”, a metros de los carteles con la leyenda “Presidente”.

Hay diez en Pinamar y cuarenta en Mar del Plata, según informaron a PERFIL los guardavidas de la costa. Pero por ahora no sirven para mucho. Están colocadas al lado de las que utilizan los bañeros desde hace años. Y algunos las discuten. “No podemos usarlas. No podemos hacer dos bajadas de emergencia porque le cortamos la playa a la gente. Además, son menos seguras, y son de un material que va a durar poco tiempo. Ante una sudestada, no va a quedar ninguna en pie”, le confió uno de ellos a este diario.

Sin embargo, después de las fiestas, las casillas fueron abiertas. Una fuente del sindicato de guardavidas agregó que se trata de “propaganda política”, y consignó que hay problemas más grandes para los bañeros que la falta de casillas, como las condiciones precarias en las que trabajan, la falta de personal y la no actualización de los salarios.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Para otros, es al menos un refugio donde antes no había nada. “Se llueve todo, entra viento, pero antes estábamos a la intemperie”, confiesa otro guardavidas.

En teoría, las nuevas que ordenó colocar Scioli tendrán un sensor para detectar tormentas eléctricas. La idea es prevenir desgracias como la del año pasado en Villa Gesell, cuando un rayo mató a cuatro personas. Pero los sensores, a pocos días del comienzo de la temporada, todavía no fueron colocados. Los refugios tienen un panel solar de 12 voltios. Pero hay un debate sobre si colocar los sensores o no. “Tenemos miedo de que haya una falsa alarma y suene la sirena ahuyentando a toda la gente”, explicaron a este diario.

“Una tormenta eléctrica es un imponderable. Si se puede prevenir, mejor. Pero el año pasado, por ejemplo, murieron 14 personas ahogadas por falta de personal”, agregó la fuente del sindicato de
bañeros.