La orden de Vidal, a comienzos de año, fue clara hacia su gabinete: la gestión será clave para las elecciones legislativas y se pondrá al frente para defenderla. En ese marco, además de las obras hidraúlicas (que están marcadas con el signo A+ por los asesores de la gobernadora), con un presupuesto relativamente bajo –menos del 10% de lo proyecto para 2017–, el “shock de asfalto” le permitirá mostrar “cercanía” con obras públicas sencillas.
La licitación fue lanzada hace un par de semanas y, según calculan en el Ministerio de Infraestructura que conduce Roberto Gigante, en junio ya estarán las máquinas en las calles del Conurbano. Coincidirán con la presentación de las listas (la noche del 24 de ese mes) y el inicio formal de la campaña electoral para las primarias del 13 de agosto
Para darles mayor celeridad a los trabajos, el pliego supuso dividir en 13 zonas los 24 municipios del Conurbano. Incluso, con un “truco”: se unieron distritos de distinto signo político. Por caso, Lanús (donde gobierna el macrista Néstor Grindetti) comparte zona con Avellaneda (donde conduce el ultrakirchnerista Jorge Ferraresi). Las empresas oferentes, además, no podrán tener más de dos zonas. El plazo de ejecución es de noventa días. Coincidencia electoral: deben terminarse para octubre, camino a la elección general donde la Provincia elegirá senadores y diputados nacionales, además de legisladores provinciales.
Así las cosas, comenzaron las reuniones de la mesa de campaña bonaerense que encabeza el jefe de Gabinete, Federico Salvai, a la que también asisten el vicegobernador radical, Daniel Salvador; el secretario general, Fabián Perechodnik (con histórica militancia en la UCR); el ministro de Justicia (y peronista) Gustavo Ferrari; y el subsecretario de Asuntos Municipales, Alex Campbell, entre otros. Todo bajo el manto creativo de Juan Manuel “Papón” Ricciarelli, el publicista estrella de la Provincia con la agencia Don.
A pesar de ello, la mesa de campaña no logra desandar la furiosa interna que generó la pelea con los gremios docentes entre el ministro de Trabajo, Marcelo Villegas, y Alejandro Finocchiaro, de Educación. “Dejá de decirle Roby a Baradel”, le espetó Villegas hace pocos días al titular de la cartera educativa. A pesar de ello, ambos tienen roles importantes: Finocchiaro recorre La Matanza; Villegas colabora en el interior de la Provincia (estuvo en General Alvear esta semana).