POLITICA

La historia detrás de la crisis en el Hospital de Clínicas: accidentes, ajuste y abandono

En 2013, la caída de un ascensor provocó cuatro heridos. Hoy explotó una máquina, que lastimó a otras 7. Desmanejos y auditoría. De quién depende.

El hospital de Clínicas vive un presente deplorable.
| Dyn

El 12 de agosto de 2013, a las 11.40, se desplomó un ascensor del Hospital de Clínicas José de San Martín de la ciudad de Buenos Aires. Hubo un saldo de 4 heridos. El entonces director del sanatorio, Ernesto Da Ruos, dijo que se trató de un "percance". "Esto no fue un accidente sino la lógica consecuencia del abandono y el ajuste presupuestario", se quejaron desde el gremio. Dos años después, nada parece haber cambiado en el lugar.

Hoy, una máquina de esterilización de un quirófano del piso 12 estalló y dejó, al menos, tres heridos.“Se escuchó como una fuerte explosión”, dijo un testigo a la señal Todo Noticias.

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El recipiente metálico, que trabaja con vapor a alta presión, estalló después de las 12. El lugar tuvo que ser evacuado pero no afectó las tareas que se desarrollaban en los otros pisos del centro de salud, reportó el titular del SAME, Alberto Crescenti.

En diciembre de 2013 hubo un paro de actividades al denunciar "déficit y precariedad". "Algunos de nuestros pacientes ya vienen hasta con sus sábanas porque saben que el colchón acá está pelado", denunció Pablo Dettori, uno de los jefes de residentes de Hospital. La situación de abandono era tal que que los médicos explicaron que no tenían tomógrafos: "Andan tres meses mal y tres meses bien".

Responsables. Desde 1884, el Hospital de Clínicas “José de San Martín” -que depende de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires- es un ícono de la Ciudad de Buenos Aires.

Este año, un informe de C5N denunció una supuesta vinculación entre los funcionarios de la UBA que manejan la institución y la campaña electoral del entonces candidato a jefe de Gobierno Martín Lousteau.

"Los negociados que se han dado a conocer con el Hospital Clínicas y el Instituto Ángel Roffo son escandalosos. Es inadmisible que funcionarios de la UBA, que son parte del Rectorado de Barbieri, lucren con la compra y venta de insumos hospitalarios y medicamentos", declaró entonces el presidente de la FUBA, Adrián Lutvak.

Los vínculos serían entre el actual secretario de Hacienda de la UBA y presidente de la UCR Capital, Emiliano Yacobitti; el exdecano de la Facultad de Ciencias Económicas, José Luis Giusti; el exsecretario de Asistencia Técnica y Pasantías de esa Facultad, Gastón Ricardo, entre otros, y empresas que negocian con las dependencias de Salud de la propia universidad.

Sin embargo, desde el entorno de Yacobitti enviaron a Perfil.com el Informe de Auditoria Especial de la UBA, que detalla: "Ante el listado de empresas que se dan como proveedoras del Hospital, solo dos cumplen esa función: Medipack y American Salud”. “La primera opera con el Clínicas desde 2003 y la segunda desde 2006 hasta 2014", precisa.

"Al contrario de lo que se denuncia, quedó demostrado que no hay vinculación alguna entre los funcionarios y las empresas y, por ende, ninguna incompatibilidad", señaló el documento, a la vez que negó posibles sobreprecios: "El trabajo realizado por los auditores no sólo no encontró sobreprecios en los insumos sino que se comprobó un ahorro notable que, sólo en el tiempo estudiado, significó una economía para el hospital de 8.760.000 pesos".

Estado. Desde principios de 2015, la UBA se encuentra en una profunda crisis institucional. Comenzó con la renuncia del vicerrector Darío Richarte, por su vinculación con el exagente de la SIDE Antonio Jaime Stiuso, luego se sumó la renuncia de Giusti como decano de Económicas, envuelto en denuncias de su exesposa por violencia de género y de redes de corrupción en la facultad.

El consejero estudiantil por la mayoría en el máximo órgano de gobierno de la Universidad, Jonathan Gueler, reclamó: "Creemos que se debe realizar una profunda investigación al interior de la Universidad".

De quién depende. El Hospital de Clínicas depende en forma directa de la UBA, quien recibe los fondos del Estado nacional, a través del Ministerio de Educación. Cuando se aprobó el presupuesto 2015, la UBA estableció que invertiría en el Clínicas sólo 52 pesos diarios por alumno. En comparación, esos fondos son 8 veces menores que lo percibido por la Universidad de Avellaneda y, en promedio, casi 5 veces menos que las universidades creadas desde 2009.

Los datos, propios de las previsiones del Gobierno nacional establecieron que la UBA contaría en 2015 con un presupuesto de 6.690.065.571 pesos para un total de 351.200 alumnos. Según explicaron a este portal autoridades del hospital, hubo reclamos formales a la Nación por la falta de fondos para el trabajo diario de los profesionales.