Las tensiones en el dólar comienzan a generar especulación y traslado a precios. En la industria denuncian aumentos de los costos de insumos de hasta el 50% vinculados a la escasez y la pandemia, mientras que las empresas que están dentro de programas oficiales de precios –Cuidados y Máximos– consignan también que la suba de costos hace necesario recalibrar valores.
El salto del dólar paralelo de esta semana, que se acercó a $ 150, volvió a poner presión sobre los precios, pese a que la producción accede al dólar oficial. Sin embargo, la cobertura ante una eventual devaluación volvió a estar presente.
La inflación prevista para septiembre ronda 2,5% pero acelera en el último trimestre. “Las tensiones sobre las variables nominales en un contexto en que el mercado cambiario formal pierde relevancia, con el acceso cada vez más restringido, nos obliga a ser cautos y prever una inflación promedio mensual de entre 3 y 4% para el último trimestre”, analizaron desde Ecolatina.
Según el presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, en los últimos días los precios de las materias primas mostraron aumentos que rondan entre el 10% y el 50% en dólares. Los industriales y el Gobierno comenzaron a buscar una solución, según anticipó el empresario. “La crisis económica que desató la pandemia impactó de manera alarmante en los precios de la producción nacional, que se enfrenta a remarcaciones fuertes que son imposibles de trasladar al producto final, pero que a la vez pone en riesgo la continuidad de muchas fábricas pymes argentinas”, afirmó Rosato.
En plástico se verificó una falta de insumos que desató el aumento de precios en toda la cadena, y que afecta a los productos que llegan a la góndola. El polipropileno de fabricación nacional sufrió una reducción de la oferta del 30% debido a que la única productora enfrenta una ausencia de abastecimiento por parte de las petroleras. En tanto, en el rubro del acero, socios del IPA detallaron que desde el inicio de la cuarentena sanitaria registraron un “aumento inexplicable de precios de productos derivados que alcanzan hasta un 25% en dólares para la chapa galvanizada”, y sostuvieron además que se verificó una “inexplicable escasez en plaza de materiales derivados del acero”.
Traslado. La estructura de costos de las industrias PyME se conforma en un 45% por materias primas e insumos nacionales e importados, mientras que un 35% aproximadamente conforma el costo salarial. “En el costo del principal insumo de las pyme manufactureras la evolución del tipo de cambio tiene una alta incidencia, ocasionando un alza del precio de venta ante variaciones del tipo de cambio aun cuando no puede ser trasladado a precios más del 40% de una devaluación”, remarca un informe del Observatorio Pyme.
“A mayores restricciones, mayor podría ser la distorsión que estas generan en la economía, por lo que, más allá de reducir la brecha, posiblemente, sean el combustible que potencie el aumento del dólar paralelo y su posterior traslado a la inflación”, indicó un análisis de Torino Economics.
Para Martín Calveira, economista de IAE Business School, ante el refuerzo del cepo “los efectos de corto plazo serán la continuación de tensiones en el mercado de cambios con posibles saltos en la cotización lo cual es contrario al objetivo de la política monetaria. Se plantea el desanclaje en las expectativas de precios que se había generado debido a la restricción de las actividades”.
Las expectativas de mercado establecen una inflación de 37,8% para este año pero para el año 2021 se sitúan en 46,1%. “Se espera que las proyecciones se modifiquen tras las consecuencias de las restricciones en el mercado de cambios”, anticipó Calveira.
También el Observatorio Pyme advierte sobre la tensión en precios. “Se espera una aceleración de la inflación al compás de una devaluación esperada del 40% aunque previa a las mayores restricciones impuestas sobre la operatoria cambiaria días atrás”, aclararon.
Faltantes. Los supermercados, en tanto, empezaron a advertir por escasez de productos y los fabricantes apuntan al aumento de la estructura de costos, que dificulta mantener los precios de los programas acordados con el Gobierno como Precios Máximos, que buscan rediscutir.
Para las pymes, “la necesidad de liquidez obligó a las empresas a disminuir el stock de materias primas”, incluso cuando la mayoría de los actores espera un incremento del tipo de cambio. Los stocks son cobertura contra la devaluación y la inflación, y este escenario “muestra la restricción financiera de las pymes”. Pese a eso, desde el Observatorio aclaran que “no existe riesgo alguno, al menos por el momento”, de desabastecimiento.
