Desde que se superó la crisis socio-económica que estalla entre 2001 y 2002, la inseguridad se ha instalado como la primera demanda de la sociedad. Las movilizaciones de Blumberg en 2004, fueron la expresión de esta situación, ya que al comenzar a disminuir la pobreza y el desempleo, la cuestión seguridad pública pasó a instalarse como la demanda más urgente.
Pese a esta cuestión, ello no parece tener demasiada incidencia electoral.
En 2007, Cristina Kirchner ganó la elección presidencial en primera vuelta con el 45% de los votos, sin hablar del tema en la campaña, ni presentar programa alguno para enfrentarlo.
Al mismo tiempo en la provincia de Buenos Aires, el distrito donde la demanda de seguridad es más alta, la candidatura a Gobernador de Blumberg no llegó al 3% de los votos. No es que hubiera podido ganar, pero si pudo haber obtenido 7 u 8% de los votos en este distrito, como los tuvo Patti en la elección legislativa de 2005.
La ausencia del tema inseguridad en al discurso oficialista se explica por varias causas. La primera es que tras más de siete años en el poder, el reclamo de mayor seguridad, se traduce casi inevitablemente en una crítica hacia el oficialismo. La segunda es que captar el voto de izquierda, que es un objetivo electoral importante en la estrategia oficialista y las propuestas para mejorar la seguridad pública, por lo general entran en conflicto con la doctrina garantista que predomina en el llamado pensamiento progresista.
La tercera, es que la policía, es un resorte provincial y no nacional, salvo en la Ciudad de Buenos Aires, donde comienza a ser compartida. Esto explica porqué el Gobernador de Buenos Aires Daniel Scioli, si habla del tema, e intenta algún tipo de respuesta, pero también porqué el oficialismo nacional puede eludirlo.
Pero quizás la causa más importante por la cual la inseguridad está ausente en el discurso oficialista, es porque hasta ahora, la opinión pública no la tiene presente al momento de definir el voto.
Así como con el campo a partir del conflicto de 2008, hay un 15% del electorado que define su voto de acuerdo a qué candidato cree que será más favorable al sector, no viene ocurriendo lo mismo con la inseguridad.
En conclusión, mientras la inseguridad no sea un tema definitorio para una franja importante del electorado, es posible que el oficialismo nacional prefiera eludirlo, porque asumirlo implica reconocer de hecho que no ha tenido éxito frente al tema en los últimos años y porque además puede generar conflictos dentro de su coalición, en la cual asigna un espacio importante al voto de izquierda.
* Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, especial Perfil.com.
