Con inusual velocidad, la Corte Suprema ordenó la jura de los cuatro diputados representantes del oficialismo y la oposición en el Consejo de la Magistratura.
De esta manera, el próximo miércoles a las 11 asumirán Vanesa Siley y Rodolfo Tailhade por el Frente de Todos, Álvaro González por el PRO y Roxana Reyes en representación del radicalismo.
La decisión se tomó apenas dos semanas después de la apelación que realizó la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, al fallo del juez Martín Cormick que cuestionó la designación de la radical Roxana Reyes, y de la suspensión que dispuso la jefa parlamentaria a una resolución que ella misma había firmado días antes.
El conflicto por la ocupación de los cuatro lugares en el organismo que selecciona jueces se sumó a la disputa original por la ocupación de las bancas correspondientes al Senado y agravó la tensión entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. Ese escenario derivó en las fallidas sesiones en Diputados del 1° de diciembre, donde hubo cruces no solo en el ámbito político sino también en el personal que generaron heridas a ambos lados.
“La decisión de apelar el fallo de un juez que impedía la designación de una diputada radical en el Consejo de la Magistratura obedeció a resguardar la institucionalidad y autonomía que merece la Cámara de Diputados de la Nación”, explicó Moreau poco después de conocerse la decisión de la Corte Suprema.
No obstante, este no era el punto de discordia con Juntos por el Cambio sino la suspensión de las designaciones, una jugada ordenada por Cristina Kirchner que enfureció a la oposición.
“La Corte Suprema le dio la razón a la oposición. Cecilia Moreau no tenía ninguna facultad para intentar obstruir el funcionamiento de un organismo que debe seleccionar y juzgar a los magistrados. La resolución que firmó a pedido de Cristina Kirchner incumplía con la ley que regula el funcionamiento del Consejo de la Magistratura, porque son los bloques y únicamente los bloques los que designan a sus representantes”, celebró el jefe del bloque radical, Mario Negri. El cordobés habló además de un acto de “estricta justicia” del máximo tribunal y evaluó como “caprichosa” la resolución de Moreau.
Cristian Ritondo, titular del bloque PRO y señalado por hacer gestos obscenos a Moreau el día de la sesión, razonó: “La trampa tiene un límite, vale la pena no dejarse atropellar por el kirchnerismo”.
El diputado del PRO Waldo Wolff hizo una lectura sobre el mismo punto y sostuvo que “la Corte Suprema falló que ‘el escándalo’ del Congreso del otro día fue el accionar de la presidencia de la cámara, que hizo abuso de poder frenando la asunción de los representantes de las minorías en el Consejo de la Magistratura”, dijo en redes sociales.
Lo cierto es que el tironeo judicial y la última palabra que dio la Corte Suprema permiten aliviar al menos en parte el enfrentamiento entre los distitos sectores, aunque tardarán un poco más en aflojar los recelos después de la olvidable sesión del 1° de diciembre.
Prueba de esto es el anuncio extraoficial, que ya surge de parte de los legisladores del Frente de Todos, de que el miércoles se llevará a cabo la última sesión del año para retomar la agenda pendiente de temas no conflictivos, entre los que figuraba la creación de nuevas universidades nacionales en distintos puntos del país.