Luego de las denuncias mediáticas del Gobierno nacional, que acusó a distintos sectores por haber instigado los saqueos, comenzó a actuar la Justicia. Y, hasta ahora, parece contradecir al kirchnerismo.
El juez de Instrucción Nº 9, Javier Beltramone, investiga la ola de robos ocurrida entre entre el jueves y el viernes a comercios de la ciudad de Rosario. Afirmó que por el momento "no existe ninguna prueba" que permita establecer que esos episodios estuvieran organizados.
"Se están analizando varias hipótesis para tratar de determinar si hubo o no algún apoyo logístico. Si se debió a una cuestión propia de inercia que comenzara con las filmación de lo que sucedía en Bariloche. Debe haber algún tipo de inercia y algún tipo de actividad ilícita local que ha aprovechado la situación para producir delitos comunes", afirmó el magistrado a La que se viene.
El Gobierno había apuntado contra el sindicalismo opositor, más específicamente contra Hugo Moyano y Pablo Micheli. Los dos salieron a contestar las acusaciones exigiendo pruebas. Inclusive el camionero llevó el caso a la Justicia.
"Trabajamos con hechos, no con opiniones, lo que no significa que trabajemos con todas las hipótesis que se puedan plantear en base a las pruebas que se vayan acompañando. En ese sentido, se irá trabajando en consecuencia. Lo cierto es que, más de las opiniones de algunos referentes políticos, a la fecha, no tenemos ningún elemento probatorio que nos permitan trabajar en hechos que son de muy difícil prueba, como es poder determinar en la emergencia de la situación que vivimos la autoridad intelectual", agregó.
El magistrado contó que se trabajó durante el fin de semana largo para "determinar si hubo autoría intelectual". Dijo que los detenidos "están comprometidos en las causas individuales de cada una de las personas. Fueron detenidos infraganti, en el momento de la comisión del hecho y bajo circunstancias y determinadas acciones que hacen que algunos hechos sean considerados robos calificados", sentenció.