La simple deducción indica que los tres integrantes de la Comisión Especial que está estudiando el consejo no vinculante que le deberán dar a Cristina Fernández sobre la continuidad de Martín Redrado al frente del BCRA tienen sus razones para sacarse de encima al otrora niño mimado. Algunas son de obediencia partidaria, otras por saldar viejas cuitas y tal vez hay algunas más que deberían servir para resguardar algún futuro político.
Total, salga como salga la cuenta, la Presidenta ya lo despidió y sólo debería pagar cierto costo político si el resultado es 1 a 2, costo que a esta altura del partido ya está casi asumido ante la gran cantidad de errores institucionales y jurídicos cometidos por el Gobierno.
Cada caso es diferente. El diputado Gustavo Marconato, oficialista y de sonada actuación en la Ley que brinda beneficios impositivos a la producción electrónica en Tierra del Fuego, ha dicho que ya tiene en ristre los fundamentos que sustentan su voto en contra de la continuidad de Martín Redrado al frente del Banco Central.
No es para menos, ya que no lo escribió él, sino que el ministro de Economía, Amado Boudou se lo entregó hace 24 horas en mano y nadie escondió que el dictamen había sido escrito en la Casa Rosada. Lo que en otros tiempos se hubiera disimulado por resultar algo lesivo a la división de poderes o aún para resguardar la investidura legislativa, ahora hasta se lo ha considerado como algo natural de obediencia debida y nadie se puso colorado. 1 a 0.
Por su parte, Alfonso Prat-Gay ha dicho que podría haber coincidencia en el veredicto, aunque nunca en la argumentación. Un colega de la Coalición Cívica le dijo a DyN que el titular de la Comisión de Finanzas ponderará positivamente la resistencia del funcionario en la ocasión, sobre todo por lo que considera el mamarracho de los dos DNU y los procedimientos del Ejecutivo. "Si el Decreto del Fondo no está vigente, Redrado no incumplió con sus deberes", dicen que dirá la opinión del antecesor del "golden boy" en la poltrona de la calle Reconquista.
Pero no alcanzará. El ex titular del Central tiene muchas facturas que pasarle a Redrado, muchas de ellas derivadas de acciones que había criticado con virulencia su actual jefa política, Elisa Carrió. 2 a 0.
Ante este panorama, Julio Cobos está deshojando la margarita para ver si se pronuncia por otro "no positivo", que no alcanzaría para hacerle la vida más difícil a los Kirchnr, o si sigue la corriente de los dos diputados para no meterse en más berenjenales.
En su ánimo prevalecen dos cosas. La posibilidad muy concreta de que se avance en un llamado a Extraordinarias para febrero, que pondría a consideración del Congreso el Fondo del Bicentenario y su temor como futuro candidato, de que si en algún momento él es presidente de la Nación ya no queden Reservas o, peor, que un nuevo Redrado, envalentonado por este antecedente, le diga que no y le recuerde que el Banco Central es autónomo de toda autonomía. 3 a 0 y telón. Elemental.
(*) Agencia DYN
