La madre de la Presidenta, Ofelia Wilhelm, sería dada de alta este lunes, según confió a PERFIL un funcionario del gobierno nacional. La mujer, de 84 años, fue internada el miércoles en el Sanatorio Otamendi, en la Capital Federal, donde se la sometió a una cirugía para extraerle el útero, porque tenía un tumor.
Cristina Kirchner siguió la evolución de la salud de su madre de cerca. El jueves, por ejemplo, estuvo cinco horas en una habitación contigua, esperando los partes de los médicos, para saber cómo estaba Ofelia. En ese cuarto, mantuvo una reunión con el ministro de Economía, Axel Kicillof, para hablar sobre temas de gestión.
Hace más de una semana, Ofelia –que vive en La Plata– había sido sometida a estudios ginecológicos en el Otamendi. Le detectaron la presencia de un tumor, y le hicieron una biopsia. El diagnóstico determinó que era necesario someterla a una intervención. Aunque se trata de una operación de bajo riesgo, la edad de la paciente hace que se convierta en delicada.
No es la primera vez que Ofelia tiene problemas de salud. En abril de 2009 estuvo en el Instituto Fleni por un accidente cerebrovascular temporal, que le provocó un cuadro de amnesia. Pero luego se recuperó. Ofelia, una asidua visitante de la cancha de Gimnasia y Esgrima La Plata, es todo un personaje en la ciudad de las diagonales. Entre que le hicieron los estudios y la operaron recibió visitas en su casa, como la del ministro de Justicia, Julio Alak, ex intendente platense.
“Cristina estuvo tantas horas en la clínica porque es su madre, y se asustó. Y la madre es el ser que uno más quiere en una familia”, explicó un funcionario en diálogo con este diario. El diario La Gaceta, de Tucumán, publicó una versión de que Cristina se desmayó al ver a su madre internada y que tuvo que ser asistida por los médicos. El gobierno nacional no desmintió este rumor oficialmente, sí lo hizo en voz baja. Dejó trascender que estuvo llorando desconsoladamente y que entonces las enfermeras la contuvieron. Se sabe que la jefa de Estado está muy sensible desde la muerte de su marido, Néstor Kirchner, en octubre de 2010. Después de aquella desgracia ella misma tuvo que ser sometida a dos operaciones en menos de dos años.