Agustín Rossi pidió dos aplausos. Uno para Máximo Kirchner, quien cumplía 46 años y otro para Juan Manuel Olmos por ocuparse de remodelar el histórico auditorio del Partido Justicialista –que ya no cuenta con butacas fijas y escenario– reabierto para que se reencuentren los 33 dirigentes peronistas que comenzaron a discutir la estrategia electoral de cara a los comicios presidenciales.
No se sentaron al azar ni por orden de importancia dentro del gabinete, ya que se trató de un encuentro partidario. La decisión tuvo que ver con que en los tres lugares centrales se ubicaran quienes suenan como posibles candidatos del Frente de Todos. Por eso, al costado de Alberto Fernández estaban Sergio Massa (Economía) y Eduardo “Wado” de Pedro (Interior). Ninguno de los tres habló de su propia candidatura durante las más de cinco horas de discusión, pero son los nombres de los dirigentes presentes que hasta acá se mencionan como posibles competidores. Incluso, Sergio Massa advierte a quienes lo posicionan en ese lugar que dejen de hacerlo. Pero algunos no solo no lo descartan, sino que insisten en que se presentará.
Ayer, el ministro de Economía estuvo reunido con la vicepresidenta. Son encuentros más habituales de lo que se suelen conocer. Pero esta vez, además de hablar de economía, hablaron de política. CFK quiso saber, y no sólo de boca de sus leales, detalles de la reunión de la sede del PJ de la calle Matheu.
El reencuentro del jueves por la noche se trató del primer ensayo de una tregua electoral. Todos salieron conformes, incluso hasta con los momentos de mayor tensión que tuvo en el centro de la escena el rumbo económico cuando los representantes de los trabajadores (y de la vice) sentados en la mesa reclamaron medidas para aliviar la vida diaria de sus representados. También hubo reproches por las críticas públicas (en on y en off) ininterrumpidas que se dieron durante estos tres años. “Dijimos todo lo que nos teníamos que decir, quedó claro que esta mesa debería haberse dado antes, tal como veníamos pidiendo”, dijo un dirigente kirchnerista sobre la convocatoria que finalmente hizo el Presidente para este 16 de febrero.
“Democracia sin proscripciones. Unidad para transformar” es el título del documento que se dio a conocer ya el viernes. La primera parte fue el aporte del kirchnerismo y la segunda fue la frase con la que llegó el albertismo. El texto lo terminaron de definir el jefe de Gabinete, Agustín Rossi; el vicejefe, Juan Manuel Olmos; el canciller, Santiago Cafiero; el diputado, Máximo Kirchner; y la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza. Todos aseguran estar conformes. “No me parece que se haya impuesto ninguna postura”, dijo a PERFIL uno de los participantes en representación de Alberto Fernández al ser consultado por el operativo clamor con una postulación de la vicepresidenta.
“Hubo quienes pidieron por la candidatura de Cristina, pero no coparon la reunión con esta postura. A mí me pareció que tuvo más que ver con reconocer el lugar que ocupa y como dice la propia CFK: se trató de una caricia al alma. El Armar una ‘comisión’ para ir a plantearle que se postule tiene que ver con eso”, evaluó otro de los dirigentes peronistas presentes.
El kirchnerismo quiere saber si Alberto Fernández quiere competir por la reelección
Uno de los 33 participantes aseguró a PERFIL que cuando el titular de la UOM, Abel Furlan, planteó que la vicepresidenta debía ser la candidata del espacio, Máximo Kirchner respondió: “No, yo la conozco a la compañera”. “El propio Máximo lo desestimó en la reunión”, aseguró. Sin embargo, desde el entorno del diputado negaron que esta frase haya existido e insisten con el operativo “romper la proscripción” para que la titular del Senado finalmente pueda presentarse.
Desde el kirchnerismo explican que si bien ahora la condena que pesa sobre su líder es en primera instancia, temen que al lanzar la campaña y convertirse en candidata la Justicia acelere los tiempos y haya una condena firme. Esto dejaría sin candidato al Frente de Todos en plena pelea electoral. Por eso, buscarán fortalecer su figura en las calles.
¿Y si el plan para convencer a Cristina Kirchner no funciona? Andrés “El Cuervo” Larroque explica que, en ese caso, Alberto Fernández debe definir lo más pronto posible si va a competir o no. “No puede haber PASO con el Presidente como candidato”, dice. Descartan un escenario en el que Eduardo “Wado” de Pedro compita en una interna con Alberto Fernández. En ese caso, ¿hasta dónde llegará el apoyo de este sector al Presidente? Dicen que, esta vez, no habrá acompañamiento en la fórmula con uno de los suyos. El tercer escenario sería una competencia interna con varios candidatos. Allí podría jugar De Pedro, Scioli y un gobernador como Jorge Capitanich (Chaco) o Juan Manzur (Tucumán). El embajador en Brasil se tiene fe y está dispuesto a competir hasta con Sergio Massa. El ministro de Economía, en cambio, vuelve a rechazar la competencia. Pero si llega a ser, no quiere internas y sí poder mostrar el apoyo absoluto de la vice. “Sería una escena extraña. Mientras que los otros competidores mostraron fidelidad a Cristina en los peores momentos ¿será el tigrense quien se lleve el aval K? Todos recuerdan sus campañas anteriores”, asegura un peronista. Si tiene los votos, la vice no lo dudará.
La reunión de esta semana no tiene fecha de repetición. La próxima vez que se encuentren ya será un círculo más reducido. Tampoco acordaron los nombres de quiénes serán los encargados de llevarle el operativo clamor a CFK. El ensayo de tregua recién empieza.