POLITICA
raimundi, futuro embajador

"La OEA debería revisar su conducta frente a las crisis"

Para el ex diputado, el organismo hoy perdió legitimidad para lograr un cambio en Venezuela. La postura de Argentina frente a Almagro.

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Carlos Raimundi | cedoc

De los doce políticos que el Gobierno postuló como embajadores en una primera tanda, la designación de Carlos Raimundi como representante ante la Organización de Estados Americanos (OEA) fue la más castigada por la oposición en el Senado al punto de no acompañarlo con su voto. El radical Luis Naidenoff lo acusó, incluso, de “improvisar” en sus respuestas sobre Venezuela.

—¿Lo debilita no contar con el respaldo de la oposición para su misión diplomática?

—Nuestro frente político y social tiene una historia de defensa de grandes valores en materia de política internacional, como la autodeterminación de los pueblos y la defensa de los recursos naturales. No me siento menoscabado por no tener el apoyo de quienes priorizaron el endeudamiento en lugar del enriquecimiento de nuestras naciones y otras ideas alineadas con intereses que no son nacionales ni populares.

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—¿Por qué no centró su exposición en Venezuela sabiendo que era lo que la oposición quería escuchar?

—Honestamente, creo que, dijera lo que dijera, había una intencionalidad de montar una escenografía en torno al tema de Venezuela. Basta ver lo que algunos medios dijeron luego respecto a que había formulado un discurso de barricada.

—Al hablar de multicausalidad en la crisis de aquel país, usted aludió a la injerencia externa. ¿Considera que el gobierno anterior fue funcional a la reproducción de la crisis al alinearse con Estados Unidos?

—El presidente Macri fue uno de los voceros más enfáticos para debilitar la fuerza de Unasur, organismo clave en la resolución de conflictos. O para forzar el alejamiento de Venezuela del Mercosur. Incluso para reactivar el TIAR. Si hay algo que es una fortaleza de América Latina, es su posición como zona de paz, allí radica su importancia estratégica, no solo romántica. Y algunas medidas del gobierno anterior favorecieron el riesgo de ruptura.

—¿Qué posibilidad tiene la OEA de conseguir un cambio cuando Maduro ya no la reconoce como interlocutor?

—Desde ese punto de vista, es posible que la OEA no sea el organismo que se haya ganado la mayor legitimidad para conseguir un cambio en Venezuela, luego de no haberse mostrado eficaz en la resolución de este y otros conflictos en la región. Quizás haya que apelar a otras instancias de mediación como el Grupo de Contacto Internacional o mesas con actores que no comparten la visión ideológica del gobierno de Venezuela pero igual fueron aceptados, como el papa Francisco o el ex presidente español Zapatero o el colombiano Santos. Que la OEA no haya sido eficaz hasta el momento no quiere decir que no existan otras instancias para el diálogo.

—Gran parte de los cuestionamientos contra la OEA se focalizaron en el accionar de su secretario general, Luis Almagro, ¿qué opinión le merece?

—Si uno tiene que juzgar por los resultados, la región no está más pacificada. Al contrario, vive momentos de conmoción. Si una institución política no consigue esos objetivos, como la OEA, debería revisar su conducta frente a las crisis y hago extensivo esto a la propia figura del secretario general con una notoriedad mayor que otros.

—En marzo Almagro va por su reelección, ¿la Argentina ya tiene un candidato alternativo o se abstendrá?

—No tengo aún instrucciones precisas al respecto. Pero la impresión personal que tengo es que, en estos años, no ha surgido una figura que sintetice una visión de una OEA totalmente distinta. Al no existir esa figura es que surgieron diversas candidaturas, y la Argentina aún no tomó una determinación.