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La política de Derechos Humanos en los 15 meses de gestión de Mauricio Macri

Graciela Fernández Meijide, Miguel Bonasso y Martín Fresneda evaluaron las políticas de Cambiemos en torno a un tema sensible para todos los argentinos. Las opiniones.

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Mauricio Macri recibió apenas comenzó su gestió a los organismos de derechos humanos. | Dyn
Desde que asumió la presidencia el 10 de diciembre de 2015, el gobierno nacional que encabeza Mauricio Macri tuvo luces y sombras en el ámbito de los Derechos Humanos. Si bien se continuaron políticas de la gestión anterior, también hubo gestos de distanciamiento de las posturas del kirchnerismo, en una especie de revisionismo discursivo en torno a lo ocurrido antes, durante y después de la última dictadura cívico-militar. 

Es precisamente en el discurso donde Cambiemos marcó las mayores diferencias. En una entrevista, el propio presidente habló de "guerra sucia" para referirse a la represión ilegal del gobierno de facto. Y si bien no respaldó al exministro de Cultura porteño, Darío Lopérfido, quien cuestionó la cifra oficial de desaparecidos, el mandatario dijo que no tiene idea de "si fueron 9 mil 30 mil" los desaparecidos, porque "es una discusión que no tiene sentido". 

En el 41° aniversario del último golpe de Estado en Argentina, dirigentes de la oposición y referentes de Derechos Humanos dialogaron con Perfil.com sobre la gestión de Cambiemos en la materia, con más críticas que elogios.
 
“Estamos en presencia de una política de Estado que retrocede día a día en función del umbral que habíamos dejado a fines de 2015”, señaló a este portal Martín Fresneda, exsecretario de Derechos Humanos de Cristina Fernández de Kirchner y actual legislador provincial de Córdoba. “Avruj termina defendiendo una política inmigratoria excluyente, un encarcelamiento que para la comunidad internacional es irregular, como el de Milagro Sala. Hay un alejamiento alarmante de la secretaría Derechos Humanos con los organismos”, agregó.

El legislador denuncó que “hay un desfinanciamiento por parte de la secretaría de Derechos Humanos en relación a los juicios: el rol de coadyuvar con las querellas y asistencia a las víctimas, o la determinación de transferir recursos del Ejecutivo al Judicial para esos temas. Entienden que el Estado es deficitario y hay que ajustar por todos lados. Y el ajuste llegó a los derechos humanos”.

En relación a la crítica de Cambiemos al kirchnerismo de “hacer política” con los derechos humanos, Fresneda opinó: “Ellos lo llaman relato, pero nosotros decimos que es Memoria, Verdad y Justicia. No es patrimonio del kirchnerismo de ninguna manera, es preexistente. El gobierno de Macri se equivoca al tensionar esas políticas de Estado pensando que es patrimonio del kirchnerismo. Ellos no creen en los derechos humanos como herramienta de transformación”.

Graciela Fernández Meijide -integrante original de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) y una dirigente muy crítica de las políticas del kirchnerismo- manifestó: “Macri no se disfrazó de defensor de los DDHH, cosa que habían hecho los Kirchner. También es cierto que él, Scioli y Massa no pertenecía a la generación que había vivido eso intensamente, eran más jóvenes”.

Al referirse a los Juicios a las Juntas, la exreferente del FREPASO señaló: “Una de las grandes sospechas del gobierno de Macri era que los juicios se iban a interrumpir. Pero no pasó. Inclusive en el caso Milani y otros más el gobierno es querellante con la secretaria de Derechos Humanos. En ese sentido no hubo variantes”.

Fernández Meijide consideró que “en ninguno de los casos, gobiernos que se sucedieron desde el '83 hasta adelante hubo violación de derechos humanos". "No quiere decir que no haya problemas en cárceles, pero la persecución masiva, los derechos políticos, los persiguió. En eso hay continuidad”, completó. Sin embargo, indicó que “en relación a los derechos económicos, sociales y culturales, todavía hay deudas grandes”.

En cuanto al cuestionamiento del jefe de Estado sobre la cifra de desaparecidos, la dirigente evaluó que “en su primer mensaje al Congreso en marzo del año pasado, Macri habló de la dictadura y lo destacó como hecho de quiebre, la condenó”. “Creo que es una impericia por falta de hábito para referirse a estos temas. El caso de Lopérfido fue diferente por edades y militancia política. A veces también por algo de altanería, poco respetuoso”, concluyó.

Miguel Bonasso, diputado nacional con mandato cumplido y referente de los DDHH, expresó: “Mauricio Macri directamente no tiene una política de derechos humanos. Un Presidente que empieza por dudar por el número de desaparecidos que históricamente han dado las organizaciones de Derechos Humanos, especialmente Abuelas y Madres de Plaza de Mayo deja en evidencia que de eso no sabe ni le interesa”.

“Más allá de un acto protocolar y ceremonial como el de la ESMA, no se manifiesta ninguna política de derechos humanos por parte del Gobierno. Sí se ha visto una maniobra generalizada del Gobierno y de los medios afines de propagandizar la reconciliación y el perdón a los genocidas, y establecer de nuevo la teoría de los dos demonios. Volvemos al comienzo de la democracia”, agregó el exmilitante montonero.

Y concluyó: “Son reaccionarios, no les importan los derechos humanos. Es un gobierno de ricos, de CEOs, de gerentes, de gente que no tiene la menor sensibilidad popular, que ignora lo que es sufrir”.