POLITICA
ante el año electoral

La Rosada prevé una relación tirante con los gobernadores

Estiman que no habrá convocatorias a mandatarios opositores ante el inicio de la campaña. “Queremos ganarles”, repiten.

20171218_1375_politica_CP06 Agencia Na
Postal. La buena sintonía con varios gobernadores le permitió al Gobierno aprobar leyes claves. | cedoc perfil

El escenario electoral que contempla la Casa Rosada para 2019 traerá una novedad ineludible: la relación con los gobernadores, amena y de diálogo mutuo, se complicará. La tensión por la competencia en cada provincia, donde Cambiemos pondrá sus candidatos, supondrá que esa buena sintonía, que se materializó en tres presupuestos y en varias leyes que modificaron el esquema de repartos de fondos con la Nación, se terminará.

Es más: en la planta baja de la Casa Rosada, donde se ubica el Ministerio del Interior, el garante de los buenos vínculos con los gobernadores opositores, ya vislumbran que no habrá más fotos con la liga de mandatarios provinciales este año. “No va haber ni convocatorias ni fotos con todos ellos. Pueden haber casos puntuales, vamos a intentar hacer equilibrio entre lo institucional de invitar a un gobernador a un acto y la campaña en sí misma”, explica a PERFIL uno de los funcionarios que acompaña a Rogelio Frigerio en las reuniones en el Salón de los Escudos, al lado de la oficina ministerial.

Ya no va a ser común verlos en Casa Rosada como ocurrió los primeros tres años, tampoco van a ir a almorzar con Mauricio (Macri), se viene una etapa electoral y queremos ganarles a la mayoría de ellos”, apunta otra fuente de la cartera de Interior.

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Por su lado, el viceministro político del Interior, Sebastián García de Luca (feliz por haber sido padre de Vicente en noviembre pasado), suele repetir entre sus asesores que, con la meta del déficit cero y el nuevo reparto de fondos que supuso más dinero de manera directa para las provincias, no habrá problemas vinculados al financiamiento sino meramente de lucha política. García de Luca ha sido uno de los que más ha acompañado, por el Interior, al presidente, y en los últimos días se lo escuchó decir que “hubo mucha relación con todos” y que, en todo caso, será “natural” que en 2019 haya distancia.

Sin obras. Paralelamente, al casi nulo reparto de ATN (Aportes del Tesoro Nacional), que bajaron ostensiblemente desde que Macri llegó al poder, se le sumará que, también producto del acuerdo con el FMI y el Presupuesto de este año, no habrá prácticamente obra pública nueva para repartir entre los gobernadores. “No van a poder reclamar lo que no tenemos”, apuntan en Interior.

Las únicas obras públicas nuevas que se realizarán son aquellas en las que las empresas traen su propio financiamiento, bajo la modalidad de PPP (participación pública privada). El resto serán aquellas que se iniciaron años atrás y que se terminarán en 2019. En este sentido, el oficialismo tenía, de manera informal, divididos a los gobernadores entre ultraopositores, “racionales” y propios o aliados. En el primer lote aparecen Carlos Verna (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa) y Alicia Kirchner (Santa Cruz), quien por estas horas duda si sacarse una foto con Macri en el primer –y único– viaje que realizará el jefe de Estado a la tierra donde nació el kirchnerismo.

En el segundo paquete de mandatarios aparecen Lucía Corpacci, de Catamarca o Sergio Casas, de La Rioja, quien ahora se tienta con ir por una re-reelección a pesar de que en Cambiemos descubrieron un video donde expresa claramente que respetará las leyes provinciales que se lo impiden. Y finalmente los aliados como Juan Manuel Urtubey (Salta), Juan Schiaretti (Córdoba) o Alberto Weretilnek (Río Negro), quien ayer anticipó que la elección en su provincia estará separada de la nacional (ver aparte).

Así y todo, Frigerio pasó un fin de año tranquilo en Villa Paranacito, Entre Ríos, uno de sus lugares en el mundo, entre mosquitos y cochinillo al disco. El año 2019 lo encontrará como uno de los armadores electorales del oficialismo en todo el país. La relación con los gobernadores pasará a segundo plano.