POLITICA

La "vergüenza" del Trinidad, una de las tantas crisis de Puricelli en Defensa

El ministro se presentaba como opositor a Néstor Kirchner. Ahora, una fuerte interna, algunos fracasos y posibles sabotajes tiñen su gestión. Cronología. Fotos.

Puricelli, en mayo de 2012, despidiendo a la fragata Libertad, la cual luego sería embargada.
| DyN

"Se me cae la cara de vergüenza", admitió el ministro de Defensa Arturo Puricelli al imaginarse contándole a la presidente Cristina Fernández de Kirchner, tras su regreso de la gira por Asia, que un buque amarrado en el puerto se había hundido. A pesar de la confesión del funcionario, ése es tan sólo uno de los tanto smomentos más ásperos en su carrera ministerial.

En éste último caso, Puricelli dijo: "Nadie planteó 'acá hay un problema en este buque que puede tener una avería y nos falta algún elemento'. No es un problema presupuestario". "Este es un problema o de negligencia o es un sabotaje. No se justifica que un buque de esa envergadura pueda hundirse estacionado en el puerto", acotó.

Posiblemente el ministro arriesgó esa hipótesis algo fatigado por el duro conflicto que representó el embargo de la fragata Libertad en el puerto del país africano de Ghana. Durante su gestión, fueron obligados a renunciar, en una suerte de caza de brujas, cuatro de los más altos cargos del ministerio, para de esta manera "limpiar" de la cartera a los presuntos responsables de que la fragata haya sido retenida.

Renunciaron la titular de la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar, María Lourdes Puente Olivera, el jefe de la Marina de guerra, almirante Carlos Alberto Paz, el secretario general de la fuerza, almirante Luis María González Day, y el ex director general de Organización y Doctrina, comodoro de marina Alfredo Blanco. Incluso trascendió que el propio Puricelli presentó su renuncia pero que la misma habría sido rechazada por Cristina.

En noviembre pasado, además, se desató un nuevo escándalo por compras del Ejército que incluye facturas truchas y mercadería faltante. Quienes conocen la investigación hablan de un circuito paralelo en la administración de suministros alimenticios que eran comprados al Mercado Central y que después eran distribuidos a diferentes unidades. Se trata de órdenes de compra de alimentos frescos en el marco de un convenio firmado en 2010 entre el Ministerio de Defensa, cuando era conducido por Nilda Garré, y la Secretaría de Comercio Interior, a cargo de Moreno. El caso surgió en medio de una feroz interna entre el ministro de Defensa y su antecesora en el cargo, la actual ministra de Seguridad Nilda Garré. El caso está en manos del juez Oyarbide.

Previo a esto, en octubre de 2012, las Fuerzas Armadas se sumaron al planteo salarial que venían realizando sectores de la Prefectura y la Gendarmería. El Ministerio reconoció el malestar pero lo mantuvo bajo control. Pero el reclamo salarial tal vez no hubiera adquirido tal notoriedad si meses antes no se hubiera dado a conocer que el incremento del 130 por ciento en el patrimonio de Puricelli. El titular de Defensa declaró en 2010 un patrimonio de $1.667.405 y en 2011, ascendió a $3.838.607,74.

Dentro del área de la Fuerza Aérea se generó otra polémica hace casi un año, en febrero de 2012, cuando Diario Perfil reveló que en esa fuerza se adulteran las habilitaciones de los pilotos. Por falta de presupuesto hicieron constar en las planillas más horas de vuelo que las que en realidad realizan.

La personalidad de Puricelli siempre asombró. Pasó de enérgico opositor de Néstor Kirchner en Santa Cruz a ser uno de sus principales hombres de confianza. Tanto es así que el ministro fue el mayor donante para la campaña electoral de Cristina Fernández de Kichner con 40 mil pesos.

Por último, en sus primeros meses a cargo del ministerio de Defensa, Puricelli no estuvo alejado de los escándalos: en marzo de 2011 pasó a disponibilidad a una docena de militares por la desaparición de armamento de un contenedor y enero del mismo año el entonces flamante ministro de Defensa removió a su director de Comunicación Social y suboficial de la Armada, Fabián Irineo Peláez, después de que éste enviara un saludo al diario La Nación con motivo del 141º aniversario de su fundación. "Fue con la mejor intención", había afirmado Peláez sobre su saludo al matutino.