POLITICA

La victoria K de Soria pone fin a casi treinta años de gobernaciones radicales en Rio Negro

El PJ kirchnerista confirmó su triunfo sobre el radical K César Barbeito, con más de 20 puntos de diferencia. El nuevo gobernador pidió una CFK reelecta. Fotos. Galería de fotos

El PJ kirchnerista confirmó su triunfo sobre el radical K César Barbeito, con más de 20 puntos de diferencia.
| Télam.

El candidato a gobernador de Río Negro por el Frente para la Victoria (FPV), Carlos Soria, se impuso en forma contundente al radical K César Barbeito, según los datos oficiales, y de ese modo puso punto final a 28 años de gobiernos consecutivos de la UCR en la provincia.

Cuando se habían contabilizado en forma oficial el 44,85 por ciento de las 1.340 que participaron de la elección, el kirchnerista Soria lograba el 53,45 por ciento de los votos y conseguía más de 20 puntos de diferencia sobre Barbeito, de la oficialista Concertación para el Desarrollo, que sumaba 32,69 por ciento de los sufragios. En tercer lugar, se ubicaba Magdalena Odarda, de la Coalición Cívica, con 5,61 por ciento de los sufragios.

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La tendencia irreversible fue reconocida poco antes de las 22 por Barbeito y el propio actual gobernador Miguel Saiz, quienes ante la prensa admitieron la derrota y se hicieron "responsables" del resultado.

Más allá de la disputa, la provincia tenía ya un resultado casi “cantado”. Los principales candidatos, Soria y Barbeito, hicieron campaña enfatizando en su identidad kirchnerista, uno de signo justicialista y el otro de cuño radical.

La UCR, encabezando diferentes frentes, gobierna Río Negro desde 1983, pero a partir de 2003 el mandatario saliente, Miguel Saiz, anudó una alianza con el kirchnerismo que ha mantenido hasta hoy y que generó una fuerte interna en el seno de la UCR provincial.

Tanto el radical K Barbeito como Soria compitieron por beneficiarse por la buena performance que repitió en esta provincia Cristina Kirchner en las elecciones primarias, cuando logró el 60 por ciento de los votos, tres puntos más que en las presidenciales de 2007.

Pero Soria, quien ocupara numerosos cargos nacionales, como el de diputado, en tiempos en que se declaraba menemista, y secretario de Inteligencia de Eduardo Duhalde, cuando fueron asesinados Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, contó con la ventaja del fuerte desgaste del radicalismo, tras casi tres décadas en el poder.

Cansancio moral. Luego de anunciar su victoria, el electo gobernador pidió "a la comunidad" que lo "ayude a gobernar" y estimó que su triunfo se debió a un "cansancio moral" de la población respecto del actual gobierno radical.

"Depende de (el actual mandatario Miguel) Saiz que se mantenga la paz social. Tendría que haber hecho muchas cosas que no hicieron", criticó Soria, acompañado del ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien viajó en representación de la Rosada.

De acuerdo con el futuro mandatario, "existió un cansancio moral" en la población porque "a la provincia le ha ido muy mal" con Saiz, porque su gobierno ha "tenido muy malos funcionarios". "No hemos tenido un gobernador, no hemos tenido una cabeza visible", afirmó.

Sin embargo, convocó "a los radicales de buena madera" para que lo sigan en su gobierno porque, reconoció, el 50 por ciento de los votos conseguidos "no es sólo peronista" sino de personas "que quieren un futuro mejor para la provincia".

Soria negó que tenga previsto despedir trabajadores estatales, tras manifestar sus quejas, durante la campaña, por los nombramientos que se habrían producido en las últimas semanas en la plantilla oficial. "No estamos anunciando que vamos a echar a nadie", manifestó, aunque opinó que "la planta de funcionarios y los hijos (de estos), por dignidad, tienen que irse".

CFK presidente. El alineamiento K de Soria fue más que evidente. "Necesitamos que Cristina sea presidenta el 23 de octubre. Ese es el gran paraguas que nos cobija", expresó el electo gobernador, quien comentó que la jefa de Estado lo llamó para felicitarlo por el resultado y que en ese diálogo le prometió que "va a acompañar" su gestión a partir del 10 de diciembre.

"Tenemos las ganas y la fortaleza para sacar adelante la provincia como lo hicimos en la Argentina en 2003", dijo el electo gobernador.