Con lágrimas en los ojos, Mauricio Macri cerró anoche la primera jornada de actividades de la Cumbre del G20 con una gala en el Teatro Colón, en un palco rodeado de los máximos líderes mundiales que aplaudieron un espectáculo que desplegó los principales símbolos regionales y musicales de la Argentina. En la platea y los palcos se mezclaron los mandatarios invitados a la Cumbre, además de la primera plana del oficialismo, figuras de la oposición, ex presidentes y referentes de la farándula local. La noche terminó con una cena en el Salón Dorado, en la que se ofrecieron lomo y centolla, y una selección de vinos de distintas zonas del país.
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, junto a su mujer, la wedding planner Bárbara Diez, estuvieron a cargo del primer tramo de la recepción de los mandatarios en la alfombra roja ubicada en el ingreso sobre la calle Libertad hasta la llegada de Macri que tomó la posta junto a su esposa, Juliana Awada. Allí recibieron a Donald Trump con su esposa Melania y su hija Ivanka, a la reina de Holanda Máxima Zorreguieta, a Vladimir Putin, Pedro Sánchez, Emmanuel Macron, Xi Jimping, Christine Lagarde y el presidente de Chile Sebastián Piñera (en concepto de invitado, ya que no forma parte del G20), entre otros.
Una de las curiosidades de la noche tuvo como protagonista a la canciller alemana Angela Merkel que llegó al teatro directo desde el aeropuerto de Ezeiza, luego de que su avión sufriera un desperfecto a poco de partir de Berlín y la dejara afuera del primer día de la cumbre, pese a la expectativa que había por su presencia. La primera fila de la platea estaba reservada para los funcionarios y autoridades del Gobierno, un poco más atrás se ubicaron referentes del oficialismo entre los que se encontraban las autoridades de las cámaras legislativas, gobernadores e intendentes y los palcos quedaron reservados para las figuras internacionales y también para los dos ex presidentes que aceptaron la invitación de Macri: Carlos Menem, acompañado por su hija Zulemita y Fernando de la Rúa, junto a su esposa Inés Pertiné. Cristina Kirchner también había sido invitada al evento, pero no asistió a la gala.
Muchas de las presencias quedaron registradas a través de las redes sociales, donde los participantes fueron posteando fotos, emocionados con la invitación. Todo, en el marco de un imponente operativo de seguridad que atraviesa la Ciudad desde el jueves por la tarde. Si bien los manifestantes que se habían concentrado por la tarde temprano en la zona de la avenida 9 de Julio y la Plaza del Congreso amenazaron con avanzar hacia las inmediaciones del teatro, finalmente no lograron acercarse y finalizaron la movilización en el espacio que se había pactado previamente.
El espectáculo que se ofreció en el coliseo porteño, bautizado como Argentum buscó mostrar la diversidad artística, cultural y paisajística, con un recorrido por las cinco principales regiones que conviven en el país. Julio Bocca fue la sorpresa del evento, con su regreso al escenario luego del retiro en 2007, en un espectáculo que pasó por el rock, el folclore, el tango y el chamamé, con más de 150 artistas en escena, entre bailarines y músicos en vivo. El evento que contó con la dirección artística de Ricky Pashkus exhibió un gran despliegue tecnológico, que incluyó la variante del mapping y permitió la reproducción de imágenes sobre las distintas áreas del teatro, incluida la cúpula pintada por Raúl Soldi, intervenida con unas particulares luces led.