Ya está todo listo para que el periodista Jorge Lanata se someta a un “swap”, un proceso de “trasplante cruzado” que necesita hacerse para tratar su insuficiencia renal. Este procedimiento será el primero en el país: su mujer, Sara Stewart Brown, le donará su riñón a un desconocido para que el conductor pueda recibir otro de una pareja que está en la misma situación que él.
Aunque su familia se enfoca en mantener reserva sobre su estado de salud -”no podemos decir nada”, aseguran- fue el propio Lanata quien confirmó en Todo Noticias que está “a un tiempo corto de un trasplante”. No es la primera vez que el conductor de Periodismo para Todos se encamina a la tan esperada operación. Según consignó la revista Noticias, hasta había tenido fecha tentativa de ingreso al quirófano en el extranjero. Pero ahora las cosas cambiaron. “Va a ser acá en Buenos Aires, el primer trasplante compatible de no familiares y de donantes vivos”, contó.
Según la revista, el periodista tiene todo cerrado. Ya están decididos el sanatorio, el médico y la pareja donante, a la que tanto Sara como él desconocen. El proceso de selección fue a partir de mediciones de compatibilidad física. Entonces, ¿cuál es el problema? Que la práctica no está contemplada en la legislación argentina, por tratarse de donantes que no son cosanguíneos.
Por eso, la posibilidad de que Lanata se opere antes de volver con Periodismo Para Todos, anunciado para mediados de mayo, dependía de la decisión de un juez. Ya hubo casos donde la Justicia autorizó el trasplante de grupos familiares que no eran cosanguíneos, tal como el caso de Sandra Mihanovich y su ahijada.
“Lo más molesto que te pasa con el trasplante es que después te inmunodeprimen”, esbozó, en su última aparición en TV, días atrás, junto a Diego Leuco. “El cuerpo tiende a rechazar el órgano extraño, entonces lo tienen que engañar. Te quitan las defensas, dejás de tener fiebre, por ejemplo, cuando tenés gripe. Entonces ni siquiera se manifiesta”, explicó.
El conductor le restó dramatismo a los riesgos que implica la operación. “Se hace desde hace 30 años, no es particularmente riesgosa”, contó. Y aclaró: “Pero bueno, siempre hay que ver cómo sale”.
El periodista intentó mantener su rutina sin mayores alteraciones. Asiste a diálisis tres veces por semana, conduce su programa en las mañanas de Radio Mitre –donde alterna la conducción con Leuco– y ahora está concentrado a su vuelta a la pantalla de El Trece, en el período más caliente desde su llegada al Grupo Clarín por tratarse de un año electoral. Según reconocieron en el circulo íntimo del periodista, la intervención se haría efectiva mañana sábado en la Fundación Favaloro.