Al maratonista le cambiaron la carrera sobre la marcha y por eso está modificando sus estrategias en pleno movimiento. Para Horacio Rodríguez Larreta el recorrido a la meta de 2023 es muy distinto al que esperaba en 2020 y ahora en sus filas empiezan a aparecer discusiones sobre cómo pararse en el escenario electoral. Con un tema que acapara la atención: qué hacer ante la irrupción de Mauricio Macri como un líder fortalecido.
Con matices, hay dos líneas generales. Por un lado, los que insisten en que el jefe de Gobierno porteño no debe alterar su rumbo de presentarse como moderado, con eje en la gestión, mostrando dureza en las cosas que deba hacer, pero sin buscar el reconocimiento o apoyo explícito de Macri y los halcones. Por el otro, sin embargo, están los que creen que es necesario generar un acercamiento, sobre todo apostando a que finalmente el ex presidente no compita y sea mucho más natural un cierre conjunto.
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“Por primera vez lo veo dudando, incómodo. Él es muy metódico, tiene todo planificado, y este nuevo escenario de Mauricio coqueteando y Patricia consolidada, lo obliga a estar cambiando estrategias sobre la marcha”, resume un funcionario porteño. Allí se inscriben, como ejemplos, su discurso sobre los planes sociales, sus reiteradas críticas a la política exterior del Gobierno o la más reciente decisión de limitar el uso del lenguaje inclusivo en las escuelas. “No es que la decisión se haya tomado con ese fin, pero ayudó. En otra situación no se hubieran animado”, coincide otro funcionario sobre el último punto.
En el espectro larretista hay voces que insisten en que eso no deben ser señales aisladas sino el común denominador, para así achicar la brecha con la posturas de Macri. “Tenemos que poder ir tirando centros. Yo soy de los que creen que Mauricio finalmente no va a jugar pero igual en el medio tenemos que generar el contexto para que sus votantes lo vean cercano a Horacio”, es el resumen de la idea que transmite uno de los dirigentes que trabajan en el proyecto Larreta 2023. Esta semana celebró cuando vio un tuit sobre la inflación de la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, donde comparaba el precio del asado en mayo de 2019 ($ 220,78) con el de mayo de 2022 ($ 1.022,16). “Qué bien que estábamos cuando estábamos mal con Macri”, decía el texto.
Más allá de estas discusiones, el alcalde sigue con su carrera y se muestra enfocado. Esta semana, por ejemplo, estrenó un nuevo búnker que servirá de plataforma para la candidatura presidencial y el armado territorial en todo el país. Queda en el barrio de Belgrano (en Olazábal, a dos cuadras de Libertador), sede que estuvo recorriendo el miércoles por la noche junto a Diego Santilli, Jorge Macri, Omar de Marchi, Fernando Straface, Eduardo Macchiavelli, su hermano Augusto y referentes provinciales. La idea es que sirva como lugar para reuniones que hasta hoy se suelen realizar en sedes gubernamentales. En ese mismo edificio, años atrás, funcionaba una encuestadora, rubro que, curiosamente, apuesta a que sea determinante para que se termine coronando como el candidato del PRO.
El crecimiento de la figura de Macri se volvió un obstáculo en su construcción
“Su objetivo sigue siendo tener un plan con amplio apoyo y consenso”, analiza otro funcionario porteño, que está trabajando en el armado en la provincia de Buenos Aires. Allí, por ejemplo, Santilli viene haciendo ese trabajo de ampliar su construcción, hablando con los intendentes de JxC, con Miguel Pichetto, con los radicales, con la Coalición Cívica. “Entiende que la interna del PRO es un lío, por eso construye por afuera, con todos los socios de JxC”, resumen. Muchos creen que Larreta debe ir a fondo en ese mismo camino.
En este escenario, el crecimiento de la figura de Macri se volvió un obstáculo en su camino. Una encuestadora registró, en su última medición, la imagen negativa más baja desde que dejó el poder. Sigue siendo alta (en torno al 55%), pero con un sendero decreciente cuando todavía falta un año para la definición de las candidaturas. ¿Y si finalmente es candidato? Ya son muchos los dirigentes que escucharon a Larreta decir que está decidido a enfrentarlo en las PASO. Más de uno se quedó con la duda de si está convencido o lo dice porque es lo que tiene que decir. En Uspallata no dudan de que Larreta ganaría esa interna: “A quién va a elegir la gente, a uno que ya estuvo y le fue mal o a un tipo que tiene buena gestión y te pueda dar alguna esperanza”.
“En ese caso, el problema lo tiene Bullrich”, repiten, en el sentido de que competirían por un mismo electorado y que gran parte de los dirigentes que hoy acompañan a la presidenta del PRO se irían con Macri. Pero en el larretismo también se abren interrogantes. “A mí me pondría en un aprieto”, reconoce un dirigente que es más del PRO que de Larreta. “Con Mauricio no tengo chances de ser intendente. Con Horacio y el Colo se triplica el piso y el punto de partida de la boleta nacional”, asegura, pragmático, uno de los que caminan el Conurbano con Larreta.
En el interior, sin embargo, es donde más se pondría en debate esa pelea por los dirigentes. La mayoría se sigue referenciando en Macri, quien les dice que por ahora reciban a todos y no se casen con ninguno. En el equipo de Larreta hay quienes creen que hay que redoblar los esfuerzos para acercarlos. Miran a un Gustavo Santos, de Córdoba, por ejemplo, hoy relegado porque Larreta ya juega para la candidatura de Luis Juez. Otro caso despertó resquemores entre los armadores: la diputada por Corrientes Ingrid Jetter estuvo en el acto de Bullrich con sus equipos de gobierno, en el que también estuvo Macri. De hecho, iba a ser una de las oradoras pero llegó tarde por la niebla. Un mes antes había estado reunida con Larreta.
“Sin Macri no se puede, con Macri no alcanza”, es un razonamiento, ya escuchado en 2019 con el nombre de Cristina Kirchner, que empieza a sonar en el Gobierno porteño. El problema es si el ex presidente cree que con Larreta alcanza. “No tiene idea lo que es gobernar la Nación”, dicen en el macrismo más puro para bajarle el precio.
“Yo creo que por primera vez en todo este tiempo Horacio debe estar pensando que quizás no llega”, dice uno de los funcionarios porteños que trabaja para Larreta 2023. En su entorno lo niegan rotundamente. “Está embalado y no tiene alternativas”, afirman, y sostienen que sus palabras en la recorrida por el nuevo búnker fueron “contundentes”. Una carrera que viene para largo, y que por el momento lo llevará la semana próxima a más recorridas por el interior (Salta) y a otro viaje internacional con destino a Israel.
Armado
- Rodríguez Larreta enfrenta una necesaria revisión de la estrategia pensada desde 2020 con el reposicionamiento de Mauricio Macri.
- Un sector lo alienta a que continúe con su planificación hacia 2023.
- El ala más conciliadora considera que tiene que acercarse a Macri.
- Con la proliferación de alternativas para el año próximo, está claro que se utilizará la herramienta de las PASO para definir al postulante, aunque también deberán conciliar con sus socios de Juntos por el Cambio.
- El nuevo búnker servirá para realizar reuniones por afuera de las sedes gubernamentales.