POLITICA
movimientos en el pro

Larreta y Bullrich afinan estrategias para seducir votantes y al círculo rojo

El jefe de Gobierno se mostró como líder con el PRO del interior y solicitó no confrontar con la ex ministra. Ella se reunió con Vidal y sumó a un diputado de Monzó a su armado.

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Activos. El jefe de Gobierno estuvo el viernes en Mendoza y terminó en una cervecería. Bullrich viajó ayer rumbo a Estados Unidos. | prensa Larreta/prensa Bullrich

El vínculo entre ellos se enfrió en los últimos meses. Acaso por ello volvió a escalar la tensión en el PRO. Horacio Rodríguez Larreta comenzó en un trabajo en las sombras para conquistar a los referentes provinciales –con la ayuda de un equipo de dirigentes de su confianza– y, a la vez, encaró una serie de recorridas por el interior. Mientras, Patricia Bullrich presentó el jueves una suerte de “gabinete” con dirigentes y encaró este fin de semana un viaje a Estados Unidos para presentarse como presidenciable.

Cada uno aceleró los pasos en estas semanas. Larreta comenzó a dejar el Excel con las horas contadas para la política. Una muestra de ellos se dio el viernes: tras ser el único orador de peso presente en la cumbre del PRO Federal (ProFe) en el Hyatt, se fue a inaugurar un local del partido en Mendoza con el diputado Omar de Marchi (quien se perfila para pelear la gobernación) y luego pasó por la peatonal donde se sentó a tomar cerveza con la dirigencia partidaria. Siquiera miró su reloj mientras probaba la cerveza patagónica de Berlina. Varios de los que lo acompañaban vieron un cambio notorio.

El lanzamiento de ProFe fue un escenario que le permitió escuchar a más de setenta dirigentes, diputados y senadores del interior que reclaman un lugar. Aunque formalmente hablaron de que no haya decisiones que se tomen desde la Ciudad, los dardos no apuntaban a la calle Uspallata sino a Balcarce al 400, la sede nacional del PRO en cuyo quinto piso está Bullrich. La titular del partido no pudo viajar ya que comenzaba su gira por EE.UU. y mandó un tibio video.

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Por lo bajo los dirigentes de ProFe se vienen quejando de las intervenciones de Bullrich en provincias como La Rioja o Santa Cruz. Con todo, el jefe de Gobierno reiteró allí que el partido tenía que “ampliarse”.

De todas formas, Larreta seguirá con la misma idea de no confrontar con la presidenta del PRO, a pesar de una serie de duras frases que eligió lanzar ella el fin de semana pasada en dos entrevistas, donde admitió que el vínculo “dejó de fluir”.

El miércoles pasado el jefe comunal le dijo a su gabinete, en la habitual reunión de la mañana, que no quiere peleas internas. Es más: dijo que estaba prohibido subirse o contestar críticas a otros sectores de JxC. “No me voy a enganchar con Patricia”, le confió a su entorno más íntimo. Sigue creyendo que no es un buen lugar salir a posicionarse desde la confrontación. “Este país lo saca adelante quien tenga un plan detallado y pueda ejecutarlo”, razonan a su lado. El sistema “matar o morir” que, cree, sostiene Bullrich tiene un problema estructural: un estado de conflicto complejo. “Hay que ver si la sociedad quiere votar alguien que vaya a la guerra todos los días”, agrega la misma fuente.

Larreta y Massa
La foto de Larreta con Massa, Malena Galmarini y Gerardo Morales generó polémica en el PRO.

Con todo, la foto en la Asociación Conciencia con Sergio Massa y Malena Galmarini al lado no fue del agrado del jefe comunal. Cerca suyo dicen que el tigrense lo buscó y que, en todo caso, Massa es su amigo hace más de veinte años y no podía desconocerlo. Quizás no era el momento de la foto. Algún asesor larretista debió dar explicaciones. También se coló el titular de la UCR y gobernador jujeño, Gerardo Morales, quien invitó a Larreta a un homenaje a Raúl Alfonsín con el Coti Nosiglia. Morales nunca estuvo tan cerca de Larreta.

Para todo, el jefe de Gobierno cuenta con un asesor insoslayable para su campaña: el ex ministro Edgardo Cenzón, uno de los hombres que más y mejor conoce el círculo rojo del país.

Del otro lado, Bullrich juega sus cartas: el viernes se reunió, a solas, en un Café Tostado de Palermo, con María Eugenia Vidal. La relación entre ambas viene creciendo: el miércoles ya el legislador Juan Pablo Arenaza, uno de los más cercanos a Bullrich, le armó a Vidal un encuentro con “halconas” en un bar frente a Plaza Houssay.

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Paralelamente, el jueves presentó una suerte de equipo de gobierno. Con una salvedad: buena parte de los que estuvieron allí no sabían que iba a haber fotógrafos ni que se iba a difundir de esta manera. Entre otros sorprendió el ex viceministro del Interior Sebastián García de Luca, un diputado peronista que responde directamente a Emilio Monzó. Si bien Monzó decidió no estar, por ahora, ni de un lado ni del otro, De Luca fue de buena gana.

La presidenta del PRO había visitado a Mauricio Macri en el clásico restaurante Pepino’s. Ella cree que será la bendecida. Larreta también hace esfuerzos por cumplir con el ex presidente: avaló la candidatura de la abogada Jimena de la Torre para el Consejo de la Magistratura. El juego seguirá.