Una pelea por el liderazgo juvenil en la Capital Federal se desató en La Cámpora. Estalló, en rigor, después del 10 de julio, cuando en la primera vuelta electoral Andrés “Cuervo” Larroque le reprochó a Juan Cabandié, cabeza de lista en legisladores, la “mala” elección que había hecho.
El diputado reelecto obtuvo el 14,4 por ciento de los votos. El binomio que él acompañó, el 27,07%.
La diferencia, justifican a los que defienden a Cabandié, tuvo que ver con las listas de adhesión, que llevaban a dos candidatos más conocidos y con más trayectoria en la Ciudad, como Aníbal Ibarra y Gabriela Cerruti. A ellos los duplicó. “La realidad es que Cabandié no aportó nada. Sacó los votos históricos del peronismo. No sumó ni un poquito”, reniegan los que lo critican.