Hace cinco meses la revista Noticias señaló que el gobierno de Mauricio Macri padece "pánico mediático", en alusión a que cada vez que el periodismo marcaba una falencia en sus decisiones, inmediatamente el jefe de Gobierno daba marcha atrás. No se sabe si la administración porteña presenta alguna enfermedad, pero los síntomas no se han ido y es más, en algunos casos, parecen recurrentes.
Muchas de las propuestas que Macri lanzó para impulsar su gestión de gobierno murieron antes de nacer. Pruebas a la vista.
Antes de asumir convocó como secretario de Cultura a Luis Rodríguez Fólder. El funcionario que no asumió disparó contra las vanguardias artísticas, lo que le valió un aluvión de críticas de todo el arco cultural; por supuesto, el líder PRO dio marcha atrás con su designación.
A un mes de estar sentado al frente de la Jefatura porteña, salió publicado en el Boletín Oficial de la Ciudad que su amigo Nicolás "Nicky" Caputo (dueño de una de las constructoras más grandes del país) iba a ser su asesor "ad honorem”. Caputo tuvo que volver a sus negocios particulares.
Asesorado por el ecuatoriano Jaime Durán Barba, Macri anunció la reapertura de la calle Mitre en el barrio de Once donde se encuentra el santuario en memoria de los muertos de Cromañón, pero no pudo contra la presión de los familiares y tuvo que desistir de la idea.
En abril se creó un contracarril en Avenida Rivadavia, pero apenas duró 3 horas: los colectivos no doblaban
A principios de mayo el ex presidente de Boca suspendió la construcción de una bajada de la Autopista 25 de Mayo en Parque Chacabuco. "No sirve", dijo, después de que los vecinos (con menos de 5.000 firmas) y un movilero de CQC mediatizara la cuestión. Sin más, se descartaba un nuevo anuncio.
A la lista también se suman el anuncio (de campaña) del cierre del canal Ciudad Abierta (decisión postergada por las críticas,) el despido de empleados públicos mayores de 65 años (medida finalmente anulada) y la venta de alcohol en fiestas de egresados (resolución firmada y vetada por la Agencia Gubernamental de Control).Después de decir una y mil veces que “ el Gobierno no tiene plata” y provocar otro paro de maestros, Macri tuvo que arreglar con un grupo de gremios un aumento de 110 pesos adicionales a partir de noviembre hasta diciembre, como suma no renumerativa. Desde febrero ese monto será incorporado al salario básico. No pudo convencer a otros sindicatos docentes que siguen con las las medidas de fuerza.
Ya se sabe que gobernar no es fácil, pero Macri parece estar dando síntomas de errores de cálculo notables. A casi un año de asumir al frente de la Jefatura de Gobierno, está probando como llega al 2009, año de elecciones, ¿seguirá manteniendo esta estrategia?
(*) Redactor Perfil.com