"Quiero destacar el accionar de la Gendarmería, porque su comportamiento fue ejemplar, no sólo no reprimió, sino que ni siquiera portaba armas...", dijo el jefe de Gabinete Alberto Fernández en lka nerviosa conferencia de prensa que cerró la volcánica jornada del pasado sábado. Las fotos de Alfredo de Angeli tironeado por varios efectivos para ponerlo en el camión que lo llevó a Concepción del Uruguay tuvieron un efecto multiplicador en el interior, donde en pocas horas los cortes de ruta eran masivos.
Se sabe que es especialmente grave entre algunos funcionarios el fenómeno de la "doble visión", que implica decir una cosa cuando ha ocurrido otra, y defenderlo con tal vehemencia que el observador objetivo termina dudando si se trata de una maniobra política o una cuestión de salud.
Y las palabras de Alberto Fernández pueden tomarse como fondo de la serie de fotos que acompañan esta nota, y que muestran no solamente que la Gendarmería propinó una buena dosis de palazos a los ruralistas, sino que también debieron soportar una dura cuota de bastonazos los hombres de prensa, además del refrescante chorro del camión hidrante, que apuntó a la cabeza de un camarógrafo de TN.
"Tengo una cámara, no un fusil", alcanzó a gritarles a los gendarmes Pablo Bianchi, fotógrafo de Concepción del Uruguay que trabaja para el diario Clarín. Le pegaron igual.
También fueron agredidos la periodista Verónica Toller (en el estómago y golpes varios) cuando exigía ver cómo estaba un herido en el suelo (Ángel Veronesi); Fabián Miró (de el diario El Día).