En enero de este año, las sandalias con medias de Roberto Lavagna recorrieron el mundo. Esa foto del candidato presidencial recibiendo a Miguel Ángel Pichetto (ahora opositor) en su casa de Cariló fueron explicadas por su espacio como "una casualidad" mientras que para el círculo rojo fueron un modo de posicionar el candidato y llevarlo a las capas populares en donde tenía escaso conocimiento.
Desde ahí, se transformaron en una suerte de fetiche de campaña y hasta en gigantografías firmadas por la "Mesa Sindical" que fue la primera en lanzar la candidatura del economista quien finalmente terminó postulándose junto a Juan Manuel Urtubey por Consenso Federal. Eso sí, el apoyo al candidato y sus sandalias fue a la fórmula Fernández-Fernández, que encolumnó a gran parte del oficialismo.
A la espera del debate presidencial, Lavagna pidió la "máxima transparencia" posible
En Santa Fe y en la previa del debate, su hijo Marco usó un prendedor con la forma de la sandalia con media: "Es para distender un poco", dijo.
¿Puede ser presidente un jovato de sandalias con medias? - Por: Edi Zunino
Cuando siendo entrevistado por Jorge Fontevecchia Lavagna habló del episodio de las sandalias, dijo: "Si estoy de vacaciones en mi casa, estoy como me da la gana. Yo ni sabía que hay derecho y revés en las medias, y que hay que poner el logo en un lugar o del otro. Iba a venir a visitarme el senador Pichetto, con quien tenemos buen diálogo y sé que es muy formal, así que estaba en el dormitorio de mi casa con los pantalones largos en la mano cuando mi mujer me dice que ya habían llegado. Entonces, dejé el pantalón y salí a atenderlos. Se armó un sainete".