La fiscal Viviana Fein llamó hoy a declarar a varias mujeres que integran el entorno más cercano de Alberto Nisman. Algunas son modelos, o personas que el fiscal federal conoció en el ámbito de la noche pero también se incluye a la secretarias personales que trabajaban con él en la UFI-AMIA.
Desde la fiscalía intentan analizar como era la vida social del fiscal y, presuntamente, identificar a quien sería su última pareja y la misteriosa chica con la que cenó el 27 de diciembre de 2014.
Nisman trabajaba con varias mujeres: Magalí Dietrich, María Victoria Buigo, Felicitas Mas Feijoo y Marina Pettis. Todas ellas continúan trabajando para la UFI-AMIA, el organismo encargado de investigar el atentado ocurrido el 18 de julio de 1994. Sus sueldos como secretarias son de $16.225, $17.700, $20,525 y $28.780 pesos respectivamente. Un total de $83.230 pesos.
Magalí Dietrich, de 25 años, confirmó a Perfil.com su presencia ante la fiscal Fein. “Fui a declarar en calidad de testigo porque soy empleada de la UFI-AMIA. Trabajo ahí, soy una de las secretarias pero nada más”. En cuanto a relación con el fiscal federal, afirmó: “no tengo nada que ver con su vida privada, únicamente laboral”.
María Victoria Buigo, de 23 años, es una de las más jóvenes de la unidad y junto a Felicitas Mas Feijoo, de 27 años, también conocían de cerca las actividades del fiscal.
Marina Pettis, de 39 años, es la de mayor antigüedad: trabajaba en la fiscalía desde 2007. En su declaración, la secretaria precisó que Luis Miño (uno de los custodios de Nisman) la llamó a las 16.38 y le contó lo que el fiscal no los había contactado.
En la misma UFI-AMIA también trabaja Soledad Castro, la secretaria letrada de Nisman. El fiscal federal tenía programada una reunión con ella al mediodía del domingo 18 de enero, para preparar la presentación que iba a realizar ante el Congreso al día siguiente, que nunca se concretó. Allí, el encargado de la causa AMIA denunciaría ni más ni menos que a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y al canciller Héctor Timerman por presunto encubrimiento.
Fue Pettis quien le comentó a Castro que Nisman no respondía en su departamento y, al tomar conocimiento que ninguna de las secretarias se había comunicado con él, le indicó a Miño que suba al departamento, tal como declaró. Fue ella quien incluso se comunicó con Sara Garfunkel, la madre del fiscal para avisarle que los custodios iban a ir buscarla.
Yamila De Priete, de 26 años, es otra de las integrantes de la unidad. Había prestado su declaración el martes. A ella se le preguntó por una supuesta relación más personal con el fiscal, ya que -al igual que Florencia Cocucci- había aparecido en fotos junto a él.
Pacto de silencio. Las secretarias desaparecieron de las redes sociales. Sus cuentas de Twitter fueron cerradas y mantienen el acceso a su perfiles de Facebook lo más restringido posible. Buscan el anonimato y mantenerse alejadas de los medios. Incluso, varias fotos fueron eliminadas.
Las mujeres que rodeaban a Nisman se cuidan entre sí. Ninguna quiere confirmar a cuales de las otras jóvenes conoce y evitan, a toda costa, hablar de la vida íntima del fiscal. “En el entorno había varias mujeres pero no te van a decir quienes son”, asegura una fuente muy allegada a las chicas.
“Creo que cada una debería hablar por una. No te puedo confirmar y debería decir nada sobre las otras”, afirmó una de las mujeres involucradas en la causa. Una causa que, a casi dos meses de iniciada, suma testigos e incógnitas que aún mantienen en vilo a todo un país.
De la redacción de Perfil.com | Twitter: @hernangsoto.