La periodista y conductora Lía Salgado se refirió en una entrevista exclusiva con Perfil.com a la censura y persecución que denunció haber sufrido durante los doce años de gobierno kirchnerista.
Luego de realizar polémicas declaraciones contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el periodismo militante, la conductora aclaró que el escándalo surgió luego de que “salieron las declaraciones de Víctor Hugo (Morales) de que se sentía censurado”. “Yo publiqué en Twitter que a mí me habían prohibido durante ocho años y no sabía de que se quejaba él y Cynthia García”, relató la conductora de tv.
“Fueron ocho años durísimos que no quisiera que le pase a nadie. Es una situación realmente espantosa”, expresó Salgado y sostuvo que el acto de censura en sí no le sorprendió tanto como el hecho de que ocurriera a con ella. “Me dio un ataque de pánico”, expresó.
Amigos. Uno de los primeros puntos que la conductora y locutora remarcó fue su relación con el exmatrimonio presidecial. “Yo conocía a Cristina y a Néstor de jóvenes. Mi primer encuentro con ella fue viendo un partido de rugby en La Plata: había conseguido un novio que jugara al rugby porque quería ascender socialmente. La ví ahí, pero no la traté”, recordó.
“Después entré a la universidad, milité un año y medio o dos con Néstor en la misma agrupación, la Federación Universitaria para la Revolución Nacional (FURN). Ahí lo conocí a él, fuimos muy amigos, con ella no porque no militó nunca”, recalcó. Según Salgado, la relación con el exmandatario “había sido muy buena” y “muy divertida”, aunque “no era más que charlar y ser muy compinches”.
“Luego, él se fue al sur. Cuando viene a hacer la campaña lo voy a saludar a la casa de Santa Cruz y comienzo a verlo nuevamente, casi poco y nada, porque todo el mundo le tenía un temor terrible”, remarcó. “Él cambio mucho en ese tiempo pero yo no me di cuenta”, consideró.
Néstor “se interesaba por hablar conmigo, quería escuchar mi opinión”, aseguró. “Me preguntó por un candidato a vicepresidente, por ejemplo, y yo le dije ‘Scioli”, ejemplificó la periodista.Sin embargo, según sostuvo Salgado, la postura en contra del Gobierno que ella tomó ante el conflicto con el campo en 2008 fue “uno de los motivos por los que ellos me sacan”. “Un amigo de Néstor que fue embajador y después senador me amenazó diciéndome ‘Nunca vas a trabajar mientras estemos nosotros’. Tanto odio tenía que cuando me veía se ponía rojo, no podía tolerar que yo pensara”, aseveró.
Persecución. Según manifestó Lía Salgado, durante los “últimos dos años” del primer gobierno kirchnerista, “ya entraban a apretar y a bajar línea”. “Ellos se ocupaban de vigilarte bien”, explicó, mientras recordó su experiencia: “Tuve terror, tuve un atáque de pánico porque no podía hablar por teléfono con nadie y, además, nadie lo entendía”.
“El matrimonio Kirchner grababa todas las conversaciones de sus allegados y la gente del Gobierno y después la llevaba a Olivos para que Néstor lo escuchara”, remarcó Salgado. “La gente tuvo mucho miedo estos doce años. Fueron años de miedo, y nadie hablaba”, lamentó.
“Cuando se fue Cristina, para mí fue un alivio enorme, yo sentí que podía volver a ser un ser humano. Estoy feliz”, confió la conductora, quien reiteró una de las frases más sorprendentes de su participación en Intratables: “Se comieron la Constitución en un sandwichito. Nunca le hicieron caso”.Periodismo K. Salgado expresó todo su enojo con el programa ultrakirchnerista 678, al considerarlo como “un festival de propaganda mercenaria” y “una de las cosas más ridículas, pero muy bien hecha, que he visto en mi vida”.
Además, explicó que para el kirchnerismo, “el pensamiento es uno sólo y si vos salís de ese pensamiento, pagás un costo muy caro. Yo lo pagué, y eran mis amigos” y consideró que los males que dejaron estos doce año de gestión K fueron: “corrupción, muertes, narcotráfico, impunidad, su intervención en la justicia, la falta de república y democracia”.
Dudas. Por último, Salgado se refirió a la muerte del fiscal federal Alberto Nisman: “No sé quien lo hizo, pero quisiera saber quién lo asesinó”. “En general, las personas no se suicidan, si son zurdos, con la mano derecha, o al revés; y la pólvora también deja rastros, que no se encontraron. Asi que dos más dos es cuatro”, argumentó.
(*) De la redacción de Perfil.com | En Twitter: @hernangsoto