POLITICA
opinión

Líderes acechados por las internas

20220716_italia_mario_dragh_cedoc_g
Dimisión. El primer ministro italiano Mario Draghi perdió apoyo. | cedoc

En el universo paralelo de las redes sociales circula una serie de memes y comentarios que hacen referencia a la imposibilidad de aburrirse con la realidad política argentina. Una excepcionalidad criolla, rematan con un dejo chauvinista tuiteros e instagramers. 

Sin embargo, como sabemos, mucho de lo que circula en las redes es sesgado o falso. Argentina no es la excepción respecto a la situación de inestabilidad que sufren distintos gobiernos en el mundo. La Unión Europea y Estados Unidos, por citar dos referencias occidentales, atraviesan momentos de gran turbulencia.

El caso más reciente es el de Italia. El primer ministro Mario Draghi, otrora el poderoso banquero de Europa, anunció su dimisión después de perder la mayoría que lo sostenía en el Parlamento. El presidente, Sergio Mattarella, rechazó su decisión y el miércoles Draghi buscará un nuevo salvavidas. 

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

En cualquier caso su gobierno naufraga, y eso sucede gracias a que el ministro de Exteriores, Luigi Di Mario, anunció que dejaba el partido que lo había lanzado a la primera liga de la política, el 5 Stelle, por diferencias sobre las ayudas a Ucrania en su guerra con Rusia.  

El partido fundado por el cómico Beppe Grillo se revuelve y divide por diferencias programáticas y electorales, que hoy ponen en jaque al gobierno italiano. 

Otro caso, aún tibio y en pleno proceso de recomposición, es el del gobierno británico. Es cierto que el ex primer ministro Boris Johnson hizo méritos para perder la confianza del partido conservador, y del pueblo británico. Sin embargo, no se esperaba que fuera su propio ministro de Hacienda el que impulsara su salida tras una fulminante carta publicada en Twitter. 

En España, el otro grande del Mediterráneo, el panorama es más calmo, pero nadie asegura que el cielo no se encapote de un día a otro. En un reciente discurso por el Estado de la Nación, Pedro Sánchez anunció un programa de izquierda que hizo sonrojar de emoción a los integrantes de Unidas Podemos. Impuestos a la banca y las eléctricas, trenes de cercanías gratis, y más ayudas a la clase media y trabajadora. 

No obstante ese giro de Sánchez, los socios del gobierno mantienen un enfrentamiento público por diferencias respecto a la guerra en Ucrania, y el rumbo social del gobierno. Hace algunos días, la vicepresidenta y heredera de Pablo Iglesias, Yolanda Díaz, lanzó Sumar, un espacio paralelo al PSOE. En los medios ibéricos se especula si el objetivo es aumentar el caudal del progresismo para enfrentarse a una derecha en ascenso o disputarle la presidencia a Sánchez. El tiempo dirá…

Del otro lado del Atlántico, las espadas demócratas de la nueva generación acusan a Joe Biden de tibio ante el varapalo de la Corte Suprema sobre el aborto, y el vértigo con que se corroen los salarios de los trabajadores. “Seamos más valientes”, dijo Ocasio Cortéz en Twitter. “Hay un vacío de liderazgo que Biden no está llenando”, dijo el asesor demócrata Adam Jentleson en el Washington Post. Si en noviembre el partido no gana las elecciones legislativas, la militancia más crítica planea jubilar al actual mandatario.

En líneas generales, las diferencias dentro de una misma fuerza están explotando las dificultades que atraviesan numerosos gobiernos. En algunos casos por oportunismo, en otros fruto de la ansiedad, la diferencia, o de un evidente cambio generacional. Unos y otros están convencidos de tener la fórmula ganadora, y amén de la valentía que se reclama, el déficit parece estar más del lado de la creatividad política. Otra vez, el tiempo dirá.

 

* Asesor en Comunicación Política, ex corresponsal en Europa.