POLITICA
Entrevista a Bernarda Llorente

"Lo del periodismo militante fue una etapa", dice la nueva titular de Télam

La jefa de la agencia estatal de noticias critica a la gestión anterior por dejar un lugar “devastado y golpeado”. Apuntó a la “parcialidad” y la situación con los despedidos.

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Oficina. Asumió hace poco más de un mes y asegura que están realizando una auditoría. | Piemonte

Bernarda Llorente asumió hace poco más de un mes al frente de la agencia de noticias estatal Télam, recomendada por Francisco “Pancho” Meritello, el designado secretario de Medios, a quien conocía por la labor en común en la radio AM 750, del Grupo Octubre. En diálogo con PERFIL, Llorente reconoció que le costó tomar la decisión de aceptar el cargo luego de una larga trayectoria en la televisión, pero sus orígenes periodísticos la empujaron a asumir el compromiso.

—¿Qué primer diagnóstico pudo hacer sobre la situación de la agencia estatal?

—Me encontré un lugar bastante devastado y golpeado, con todas las consecuencias que tiene un largo conflicto. Lo primero que hicimos fue comenzar con una auditoría, para saber dónde estamos parados, pero todavía no está terminada. Vinimos con una política de escuchar, la gente tiene muchísima necesidad de ser escuchada después de un conflicto, más allá de de qué lado estuviste. El desafío ahora es cómo reconstruir las partes que quedaron bastante deshechas y cómo construir en función de un avance tecnológico, de una revolución digital. Télam estaba bastante bien equipada antes de esto, había tenido un upgrade tecnológico como el resto de los medios estatales, pero hoy te encontrás con parte de las cosas que son obsoletas, hubo inversión cero.

—¿Y a nivel periodístico con qué se encontró?

—Seguís teniendo el principal recurso que es el humano, pero periodísticamente la agencia retrocedió mucho. Primero porque ha perdido muchos abonados porque las coberturas eran muy parciales y también tenés algunos equipos partidos y devastados. Periodísticamente tenés la experiencia, hoy está el entusiasmo como agregado de gente que quiere recuperar la dignidad de trabajar en la agencia. Es una mística para reconstruir de lo que ha sido Télam y de lo que tiene que volver a ser.

—Uno de los orígenes del conflicto fue que la anterior conducción consideró que había un exceso de trabajadores nombrados por el kirchnerismo y los despidió. ¿Cree que fue así?

Alberto confirmó a Bernarda Llorente y Rosario Lufrano para manejar Telam y RTA

—El exceso de gente está en función de cuáles son tus objetivos y cuáles son tus planes. Si decís “a Télam la vamos a reconvertir y la vamos a hacer una agencia digital, y vamos a abrir departamentos que son imprescindibles hoy para cubrir la noticia o para informar”, si además tenés una pata audiovisual y la radio, obviamente vas a necesitar más gente. Lo que han hecho las agencias estatales que han sobrevivido es expandirse, en una cantidad de servicios y en sus agendas, que no pueden ser solo políticas. La responsabilidad desde el Estado es que vos mandes las coberturas de mayor calidad. Cuando mirás los medios desde la planilla Excel, estás deteriorando mucho la calidad de lo que estás haciendo. Hay que volver a apostar a un periodismo de calidad y de profundidad. Nos enfrentamos a ciudadanos intoxicados en información pero también mal informados. Es un deber que tenemos los periodistas si queremos reivindicar la profesión.

—¿Cree que el nombramiento de periodistas profesionales en los medios públicos significa un cambio de paradigma respecto al periodismo militante que impulsó La Cámpora en la última etapa de CFK?

—Lo del periodismo militante fue una etapa y algunas pinceladas. Si uno sitúa la Argentina de la grieta, me parece totalmente injusto hablar de un periodismo militante de un lado. La oposición militó en contra del gobierno e incluso se habló de “periodismo de guerra”. Una cosa es tener posturas frente a las cosas, no creo que haya personas absolutamente neutras. Lo que no se puede hacer desde el periodismo es distorsionar la realidad en función de esas convicciones, de hacer “bardo” o de limitar adversarios. El problema de las fake news no es de Argentina, es de todo el mundo. Y hay que evaluar cómo no reproducir la mentira. Y ahí lo que termina pasando es el deterioro de la democracia, que se sostiene en la información de los ciudadanos.

“Lufrano llegó a un lugar que conoce”

En medio de la polémica que generó el discurso de Rosario Lufrano al asumir en Radio y Televisión Argentina (RTA), Bernarda Llorente buscó minimizar el impacto y señaló que “ella llegó a un lugar que conoce, Rosario ya estuvo en Canal 7 y seguramente le causó mucha emoción encontrarse con sus compañeros”. Llorente marcó además que en la ceremonia de asunción de las autoridades de RTA hubo otros discursos como el de Meritello que, en su conjunto, “fueron muchísimo más moderados de lo que escuchás en otras partes, incluso algunos representantes o periodistas en redes sociales”.

Lufrano generó la primera polémica en torno al manejo de los medios públicos con un discurso cargado de críticas a la gestión macrista y un fuerte contenido ideológico. “Sabemos del destrato que han vivido en estos cuatro años y quiero agradecer la resistencia, hay muchos argentinos que lo han pasado muy mal”, dijo a los trabajadores de la TV Pública, donde ya registró un paso entre 2006 y 2008. Lufrano pidió además “decirle ‘Nunca Más’ a los sótanos de la democracia, porque lo que se hace es barrer las bases de las garantías ciudadanas”.

Silvana Giúdici, ex titular del Enacom, sostuvo que “los medios públicos deben ser plurales, no son para imponer relatos, mucho menos para revanchas personales”, dijo, al tiempo que cuestionó que “proponen volver a utilizar la pantalla pública como trinchera”. El ex titular del Sistema de Medios Públicos Hernán Lombardi dijo: “Los medios públicos deben ser estatales y no gubernamentales: estar al servicio del conjunto y no de un partido”.