POLITICA

Los 981 días de gestión de Schiavi

Perfil del funcionario que renunció después de la tragedia de Once.

Desde el 1 de julio de 2009 hasta hoy, su gestión se caracterizó por la sucesión de anuncios que quedaron en amagos y obras a medio hacer.
| DyN

Juan Pablo Schiavi condujo la Secretaría de Transporte a lo largo de 981 días, desde el 1 de julio de 2009 hasta hoy, y su gestión, a la que puso fin la tragedia ferroviaria en Once, se caracterizó por la sucesión de anuncios que quedaron en amagos y obras a medio hacer.

Desde el ya déficit crónico en la reestatizada Aerolíneas Argentinas al soterramiento del tren Sarmiento -anunciado cuatro veces por el kirchnerismo-; desde la difusa puesta en marcha del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE) que duró tres años y el nuevo valor del pasaje, que todavía se desconoce, al fracaso del tren bala y del tren binacional Argentina-Uruguay, los ítems en el debe de Schiavi se enhebran como las cuentas de un rosario.

Simpatizante montonero en su juventud, "Juampi" ingresó a la función pública en 1992 y fue grossista; luego, macrista, más tarde telermanista, a posteriori devidista, para terminar ejerciendo el cristinismo. Su salida quedó marcada por su polémica afirmación, tras el choque en Once, del que dijo que si ocurría un día antes, feriado, "no era tan grave".

El 1 de julio de 2009 asumió el cargo en reemplazo del cuestionado Ricardo Jaime, y, a poco de sentarse en la "silla eléctrica", como siempre describió a su puesto en el órbita del Ministerio de Planificación, admitió que la política de subsidios que aplicaba el Gobierno no era "eficiente".

Schiavi dejó su cargo sin que en su área haya cambiado esa política. Se implementó el SUBE en el Área Metropolitana, pero, "por esa costumbre que tenemos los argentinos de dejar todo para último momento", según declaró en una conferencia de prensa sin preguntas, nunca se informó el nuevo valor del boleto para viajar en colectivo.

El 2 de febrero rechazó definir la nueva tarifa a pagar en efectivo, en teoría desde el 10 de febrero y señaló que "un poquito antes" de esa fecha se informaría "un nuevo valor".

Descartó prorrogar el plazo establecido para ese día y después lo extendió hasta el 2 de marzo, cuando la tragedia en Once de nueve días antes volvió a dejar sin definición el costo del boleto a pagar por quien no tenga la SUBE o el subsidio.

Ingeniero agrónomo recibido en la Universidad de Buenos Aires en 1985, ex jefe de campaña de Mauricio Macri en las elecciones de 2003, Schiavi desembarcó en el Ministerio de Planificación como administrador de Infraestructura Ferroviaria en 2007, antes de saltar a la Secretaría de Transporte.

Su labor en el tema ferrocarriles, con subsidios millonarios (se multiplicaron casi tres veces, de 2.411 millones de pesos a 6.837 millones entre 2005 y 2011 según un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino) y escaso control de acuerdo a un crítico reporte emitido la semana pasada por la Auditoría General de la Nación, signó su gestión.

El soterramiento del Sarmiento se anunció cuatro veces y Schiavi estuvo involucrado en todas, salvo en la primera, que ocurrió en 2006 cuando Néstor Kirchner era presidente.

Llamados a licitación, apertura de sobres, adjudicación, pero también comunicados para anunciar la llegada de la tuneladora, la presentación del fideicomiso para financiar el trabajo, y la recorrida de obras junto al ministro Julio de Vido, lo tuvieron como protagonista.

Durante su actuación, los usuarios de trenes, y activistas, según el Gobierno, incendiaron la estación de Constitución y la de Haedo, hartos de malas prestaciones; el mal funcionamiento de una barrera en el barrio porteño de Flores terminó en septiembre último con un colectivo arrollado y 11 muertos, y un tren sin frenos costó la vida de 51 personas hace dos semanas.

Con menos publicidad, el desempeño de Schiavi también suma frustraciones en ferrocarriles de más bajo perfil, como la reapertura por unas horas, para la foto, del servicio Lincoln-Realicó, y el rara vez utilizado tranvía que corre en Puerto Madero, sin que se efectivice el recorrido Retiro y La Boca.

Sin novedades del desactivado tren bala que uniría Buenos Aires con Rosario y Córdoba, pero tampoco sin noticias de los prometidos servicios de trenes urbanos de Salta y Mendoza, ni del Ferrocarril Trasandino Central, un día después del choque en Once se supo que Uruguay recortaría hasta Salto el Tren de los Pueblos Libres que unía originalmente la localidad de Pilar con Paysandú, "por escasez de pasajeros".

En materia aerocomercial, Schiavi defendió la gestión del titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, encargado de manejar en 2011 unos 757 millones de dólares en subsidios.

Si el choque en Once "ocurría ayer (por el martes 21 de febrero), que era feriado, no era tan grave", declaró Schiavi horas después de la tercera mayor tragedia ferroviaria de la Argentina. Su carrera en el Gobierno comenzaba a descarrilar.