POLITICA
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Los amigos y negocios que esconde la fortuna K

Desde el 2002 hasta hoy, los Kirchner multiplicaron su riqueza en un 2000 por ciento. El "atenuante" de Cristina: sólo 788.629 pesos están a su nombre.

Cristina y Néstor, una sociedad muy efectiva a la hora de hacer negocios.
| CeDOC

El martes 30 de junio, dos días después de la derrota, Cristina Fernández le puso la firma a su declaración jurada de bienes. En ese momento, mientras hojeaba las siete carillas de esa rendición de cuentas, el resultado de las elecciones dejó de importarle. Sabía que en cuestión de horas, cuando el documento fuera presentado ante la Oficina Anticorrupción y trascendiera a la prensa, un nuevo escándalo la tendría como protagonista.

La noticia del inexplicable incremento de la fortuna de los Kirchner, que pasaron de declarar 17.824.941 pesos a 46.036.711 en el transcurso de un año, y que desde el 2002 hasta hoy multiplicaron su riqueza en un 2000 por ciento, dio la vuelta al mundo. Y nadie reparó en un detalle que la Presidenta consideraba un atenuante a su favor: sólo 788.629 pesos de esa fortuna están a nombre de ella.

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Claro: ¿cómo diferenciar la parte de Cristina de la de su marido cuando se trata de bienes gananciales, casi todos adquiridos mientras se turnaban en el ejercicio de la Presidencia? Imposible. Lo que sí puede hacerse es rastrear las razones explicitadas y ocultas de este boom económico de los K, como la revista Noticias lo hizo sobre la base de los negocios que ellos mismos reconocen en sus rendiciones, y que en màs de un punto no cierran.

Por ejemplo, alquilar su lujoso hotel boutique de El Calafate, Los Sauces, le rinde al matrimonio 9,5 millones de pesos anuales, cuando un año atrás le representaba la mitad de ese ingreso. Y esto se torna aún más sospechoso cuando el grupo empresario que explota las instalaciones no facturaría más de 11 millones de pesos por temporada.

La explicación a ese aparentemente poco rentable negocio estaría dada por una denuncia que acaba de presentar la Coalición Cívica de Elisa Carrió, pidiendo que se investigue la adjudicación de licitaciones de obra pública del Gobierno al empresario amigo de los K que administra el resort, Juan Carlos Relats, quien también ganó concesiones y obtuvo reajustes tarifarios por decreto presidencial.

Además, Relats prestó su Hotel Panamericano en el centro porteño para las reuniones de campaña de Cristina en 2007, y en los últimos años habría obtenido 200 millones de pesos de la Unidad de Coordinación de Fideicomisos de Infraestructura de la Nación (Ufocin). Todos, motivos más que suficientes al parecer para que pague a los Kirchner un precio irracional por la explotación de su hotel.

Otro curioso negocio del ex presidente fue el que hizo al vender su casa en $ 3,2 millones (seis veces más de lo que la pagó) a una empresa vinculada con Lázaro Báez, el constructor preferido a la hora de licitar obras públicas en Santa Cruz, quien además administra uno de los hoteles K.  

Estas, sin embargo, son sólo algunas de las "milagrosas" operaciones comerciales que permitieron el fabuloso despegue económico del matrimonio Kirchner, entre las que se cuentan también la compra de terrenos fiscales a valores irrisorios y su posterior venta en importes increíblemente superiores a inversores "amigos". Sin dudas, un negocio redondo, del que Noticias da cuenta con la misma profundidad y detalle con que ya advirtiera al respecto en 2004 y 2008.

(La nota completa, en la edición impresa de la revista Noticias )