Juan Pablo "El Pata" Medina se entregó finalmente a la Justicia esta noche, luego de permanecer atrincherado por más de 16 horas en la sede de UOCRA La Plata, desde donde espetó amenazas al Gobierno y arengó a sus hombres para resistir el avance de la causa que lo investiga por asociación ilícita y lavado de dinero.
Para los que conocen la gestión Medina en el sindicato de construcción, su reacción no es ninguna novedad. El "Pata" y su gremio tienen un amplio historial de violencia, al punto de que en 2014, llegó a fracturarle el tabique a una mujer policía que lo frenó por exceso de velocidad.
Aprietes. En el año 2000, Medina fue filmado cuando amenazaba a un grupo de albañiles para que dejaran de trabajar en la ampliación de un supermercado, donde pretendía colocar a personas de su riñon. Al llegar la policía comenzó una refriega que dejó treinta heridos. El juez Guillermo Federico Atencio lo procesó por coacción agravada en septiembre de 2001 y pasó más de un año en la cárcel. Su seccional fue intervenida por orden de Patricia Bullrich, por entonces ministra de Trabajo. Pero en 2003 el gobierno provincial lo dejó recuperar su mandato.
En agosto de 2004, los obreros que trabajaban en el reciclaje de residuos en el Ceamse de Ensenada denunciaron que Medina había organizado un piquete para impedirles entrar en la planta porque no formaban parte de la bolsa de trabajo de la Uocra. Fueron amenazados por hombres encapuchados armados con palos.
Balacera peronista. Su "salto a la fama" se dio el 17 de octubre de 2006, cuando una facción de la Uocra platense que él lideraba se enfrentó a los tiros con un grupo del gremio de Camioneros que conducía Hugo Moyano. Fue durante el traslado de cuerpo del ex presidente Juan Domingo Perón a la Quinta de San Vicente. Las imágenes que quedaron en la memoria fueron las de Emilio "Madona" Quiroz, integrante de Camioneros, disparando contra los trabajadores de la Uocra.
Durante la inundación de La Plata en 2013, grupos de obrero de la Uocra golpearon y corrieron a militantes kirchneristas de la Cámpora que repartían donaciones a los damnificados. Ese acto fue registrado por cámaras de seguridad y luego se supo que la camioneta en la que se movilizaban los obreros tenía una cédula azul a nombre del hijo del dirigente.
Heredero. Agustín Medina, el hijo del dirigente parece haber aprendido los modos del padre. En abril de 2016, en una manifestación realizada por trabajadores del Astillero Río Santiago, en Ensenada, el joven Medina fue acusado de balear a uno de los manifestantes. Por ese hecho, fue imputado en una causa por "abuso de armas y lesiones", que tramita en la UFI N° 5, a cargo de Leila Aguilar.
Más allá de los casos más violentos que se repasan, es el accionar de su sindicato el que despierta las críticas de los empresarios de la construcción y el interés del gobierno para intervenir su sede.
Hace cinco meses es investigado por lavado de dinero y asociación ilícita. Las acusaciones son la extorsión a las obras constructoras donde él disponía quiénes trabajaban y elegía qué empresas operaban. Se lo vincula con paralización de grandes obras públicas, como la Autopista a Buenos Aires, el Policlínico platense, y el Estadio Único, pero también de muchas obras privadas, como el Hipermercado Niní y el Colegio de Abogados.
Durante la gestión kirchnerista, la relación del Pata con el exgobernador Daniel Scioli fue muy buena, y nunca hubo denuncias que tomaran entidad por sobreprecios de obras o paralización de las mismas como lo hay actualmente, según las denuncias de la gestión de Vidal.