La aprobación por parte de Escocia de una ley por la entrega gratuita de productos de gestión menstrual -como toallas, tampones o copas- volvió a poner sobre la mesa que es un tema pendiente en la Argentina. En el Congreso hay 18 proyectos que buscan alternativas desde bajar el IVA o asegurar la entrega en las salas de atención primaria de estos insumos para los sectores más vulnerables. En ese contexto, en la Casa Rosada se realizó el primer foro de Justicia Menstrual que involucró a funcionarias de distintos ministerios, activistas, dirigentes sociales y legisladoras, entre otras. En las redes, el tema no tardó en encontrar críticos que llegaron incluso a las tribunas de opinión de los medios, cuestionados en su mayoria por personas no menstruantes y de ingresos medios o altos que nunca tuvieron dificultades para acceder a estos productos.
Desde el Ministerio de Economía, se reconoció que se necesitan cambios impositivos para que el sistema sea “más progresivo y equitativo”. La Dirección de Economía, Igualdad y Género evaluó que el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los productos de gestión menstrual llega a $ 328 millones en la recaudación nacional.
El foro planteó la necesidad de “poner el tema en la agenda, pensar los proyectos para definir qué hacer para los casos de familias con vulnerabilidad económica, con varias hijas, que no se pueden hacer cargo. Hay muchas variables: reducción impositiva, kits de entregas, empresas que puedan ocuparse de la entrega. Y también pensar insumos sostenibles para el medioambiente como la copa menstrual”, indicó la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta. A esa alternativa se suman las toallas o pads reutilizables.
Según las estimaciones oficiales, las mujeres y personas menstruantes gastan entre $1.898 y $3.805 para gestionar su menstruación, dependiendo de qué productos usen. Para la directora nacional de Género del Ministerio de Economía, Mercedes D’Alessandro, “la menstruación es un factor de desigualdad”. Algunos productos fueron incluidos en Precios Cuidados. “Ha sido fundamental para bajar el costo de menstruar”, remarcó la economista y detalló que el costo anual de las toallitas que están en esta canasta es de $ 1.898 mientras que el promedio de los más vendidos asciende a $ 2.636, lo que representa un 38,9% más. En el caso de los tampones, el costo es de $ 2.132 promedio anual en Precios Cuidados y sube a $3.805 entre los más vendidos, lo que implica una diferencia del 78%.
Como contrapartida, las mujeres más pobres reciben en promedio $ 4.350 mensuales. “En un hogar del 10% más pobre en que hay 2 mujeres que menstrúan, se gasta anualmente el equivalente a casi un mes entero de ingresos”, planteó D’Alessandro.
Tabú. En las redes, se habló con tono despectivo del ‘Ministerio de la Menstruación’. “No entiendo el revuelo, salvo que sea una cosa pacata, como que de eso no se habla. Son insumos que se consumen todo el tiempo. ¿Se puede hablar de medicamentos pero no de esto?
La mitad de la población mundial a lo largo de su vida menstrua”, agregó la ministra.
“Parece que se enteran por un foro que hay 18 proyectos de ley con distintas propuestas de políticas para pensar qué hacemos con un costo que tenemos solamente las mujeres y personas con capacidad de menstruar. El de los productos de gestión menstrual es un costo que impacta en las economías mensuales y durante una gran parte de nuestra vida”, remarcó Gómez Alcorta en diálogo con Toma y Daca, por AM 750.
“Para quienes tienen posibilidad de pagarlo no hay problema pero hay muchísimas mujeres para las que tienen un enorme costo, incluso no vinculados a lo económico”, agregó.