Un nutrido grupo de jueces federales se puso de pie tras el duro discurso de Ricardo Recondo, presidente de la Asociación de Magistrados, en la cena anual de la entidad luego de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el sábado pasado denunciara “persecución” de la justicia a sus funcionarios a los que tildó de “secuaces judiciales” en comparación a los “sicarios mediáticos”.
“Nos opondremos siempre a que se vulnere la Constitución Nacional y las leyes porque somos secuaces de la Constitución y de las leyes, seguidores a ultranza de la legalidad”, expresó Recondo ante la mirada de sus pares en el Hotel Plaza. “Los jueces no embestimos contra nadie, no cederemos ante las presiones ya que nuestra misión es erradicar de todos los rincones del poder a los corruptos", añadió.
“La independencia de los integrantes del poder judicial, ha sido nuestra lucha pese a las persecuciones, y que seguiremos haciéndolo pese a las presiones que en su consecuencia podamos sufrir”, continuó.
“Desde sectores minoritarios se nos ha acusado de opositores, poca importancia tiene desde mi firme convicción de que cada uno tiene derecho a pensar como quiera, principio que parece olvidado por algunos”, disertó.
“Nosotros los magistrados y funcionarios del poder de la Nación no nos oponemos a Gobierno alguno, no pretendemos eregirnos en un contrapoder político pese a ser la idea sugerida algunos cuyo estilo es la cooptación del poder, como el ex premier italiano Berlusconi quien por vía de propuesta de modificación de la justicia, lo que realmente pretende es eliminar toda forma de control republicano y obtener impunidad para potenciales ilícitos”, esgrimió el camarista civil que el año pasado defendió la Ley de Medios.
“Los jueces no pueden ni deben ser perseguidos por sus sentencias, complazcan éstas o no al poder político de turno, a los medios de prensa a los portadores de opinión, o a la mal llamada opinión pública cuya indiscriminada invocación ha terminado en un bastardeado recurso de presión”.
“Desde esos minoritarios sectores se ha acusado al poder judicial de efectuar un ataque permanente a algunos funcionarios públicos, me siento en la obligación de decir que los jueces y los fiscales no embestimos contra nadie, sólo ejercemos hacemos la jurisdicción amparados cumpliendo así con nuestra obligación legal para garantizar el estado de derecho, hierba vital de todos los sectores del poder, a los corruptos”.
En clara alusión a la situación de Bonadio en el Consejo de la Magistratura, donde se impulsó una sanción en su contra por supuesto mal desempeño, Recondo respaldó a su par: “Los integrantes del poder judicial con la Corte a la cabeza y liderándonos tenemos la responsabilidad de asegurarles a todos los que constituyen la nación argentina, la existencia de la República, de liberarla de los funcionarios corruptos, por eso los insto a que con valentía bajo presión de cualquier tipo, o el que sea y avancemos en el cumplimiento de nuestras obligaciones”.
Respecto los agravios que sufrió el ministro de la Corte, Carlos Fayt, Recondo deslizó que “los magistrados no deben ser juzgados por el contenido de sus resoluciones, la antigüedad en la justicia, por circunstancias cronológicas, sino de acuerdo a los desempeños según la constitución y a la existencia y persistencia de su idoneidad”. “Así, como la juventud no garantiza idoneidad, así tampoco el paso de los años implica su inexorable pérdida y por lo contrario en muchos casos la incrementa”, precisó.
“Quienes no reúnan las condiciones morales y de aptitud necesaria para seguir al frente de la función encomendada, deberán ser apartados mediante procedimientos aferrados al o derecho a la defensa y debido proceso, para garantizar que eventualmente esa necesaria depuración no sea en realidad, una inadmisible invicta o resultados de operaciones inconfesables”, analizó.
En defensa del magistrado Claudio Bonadio, expresó que “debe respetarse los mecanismos disciplinarios, evitando que las denuncias contra los magistrados sean utilizadas como aprietes de aquellas denuncias”. “Nunca nos callaremos ante lo indebido, lo injusto, lo inadmisible. Así, se cuidan las instituciones. Así, se cuida la República”, sentenció.
Brindis. El 2014 tuvo una especial despedida anoche entre los miembros de la Asociación de Magistrados, en el marco de un fuerte mensaje de unidad al Gobierno con la presencia de la ministra de la Corte, Elena Highton de Nolasco y los jueces federales, Claudio Bonadio, Marcelo Martínez Di Giorgi, Julián Ercolini, y el fiscal federal Carlos Rivolo. Los magistrados avalaron a Bonadio, sancionado por supuesto mal desempeño en la Magistratura y Martinez Di Giorgi.
El primero de los jueces investiga a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en relación a la empresa Hotesur y Panatel S.A. El segundo, ayer procesó a los fiscales Carlos Gonela, titular de la Procuraduría de la Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), y Omar Gabriel Orsi por no haber incluido al empresario kirchnerista Lázaro Báez en el requerimiento de instrucción de la causa abierta el año pasado contra el financista Federico Elaskar y Leonardo Fariña por lavado de dinero.
Como si se tratara de un guiño del poder judicial, en el brindis previo a la cena, la presencia del Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, llamó la atención de los magistrados, aunque luego en la mesa principal de la celebración junto a la ministra Elena Highton de Nolasco, estuvo el ministro de Seguridad y ex juez federal, Guillermo Montenegro.
El presidente de la Auditoria General de la Nación, Leandro Despouy, a quien el Gobierno le inició una denuncia penal por el supuesto nombramiento irregular de dos empleados, estuvo también junto al ex diputado radical, Ricargo Gil Lavedra, abogado defensor del Fiscal José María Campagnolli, quien fuera apartado de su cargo por la Procuradora Alejandra Gils Carbó por investigar a Lázaro Baéz.
Gil Lavedra, fue señalado por el radicalismo como un posible candidato a asumir la vacancia que dejará el 31 de Diciembre, el ministro Eugenio Zaffaronni.
La cena de la Asociación de Magistrados que nuclea a jueces, fiscales, peritos y funcionarios judiciales contó con la presencia de ex consejeros de la magistratura como de la actual presidenta del cuerpo, la camarista laboral, Gabriela Vázquez, quien como si se hubiera anticipado a los discursos de apoyo a Bonadio, explicó su postura en una Carta Abierta, en la página web del órgano que sanciona, remueve jueces en la que explica haber “cumplido con su deber tras más de 30 años en el poder judicial”.
Para los críticos, Vázquez, fue la jueza que dio el séptimo voto con “poder de veto” para aplicar una sanción pecuniaria a Bonadio. Sin embargo, otro magistrado la respaldó, su par Jorge Candis, juez laboral de Lanús, representante de los académicos.