El Gobierno intentó hasta último momento conseguir los votos del Peronismo Federal para aprobar el pliego de Roberto Carlés para la Corte Suprema. Sin embargo, la negociación no llegó a buen puerto. Un senador de ese bloque le dijo a PERFIL que no lo aprobarán porque no lo consideran “idóneo”. El problema que tiene el kirchnerismo es, justamente, los votos. Necesita dos tercios de los presentes para reemplazar a Raúl Zaffaroni, pero no los tiene. Ante la caída del pliego de Carlés la Casa Rosada no tendría plan B. Pero hay funcionarios que consideran ampliar la cantidad de miembros de la Corte de 5 a 7 para volver a negociar con el Peronismo Federal y repartirse los nombres.
La ampliación de los miembros de la Corte se hace con mayoría simple. Para eso, la bancada oficialista tiene los votos. Pero no para aprobar los nuevos miembros. “Hay una posibilidad real de negociarlo con el Peronismo Federal”, dijo a PERFIL un alto funcionario del Gobierno. Lo confirmaron fuentes parlamentarias. Lo rechazaron desde ese espacio político. “¿A quién no le gustaría tener un miembro de la Corte propio? Pero no podemos hacer eso sólo por un cargo. Tampoco podemos negarnos a votar a cualquiera que proponga el Ejecutivo. Si es idóneo, se votará”, explicó un legislador de ese bloque.
Esto abre la puerta a que el Gobierno envíe otro pliego. Hay algunos nombres dando vueltas. Como el de Ana María Figueroa, presidenta de Casación. Trabajó en la Secretaría de Derechos Humanos y tiene buena relación con el kirchnerismo.
¿Entonces para qué querría el Gobierno ampliar la cantidad de miembros? Para lograr, si es que puede, destrabar la designación de un nuevo miembro que responda a sus intereses. “El Peronismo Federal va a ir a unas PASO, pero en segunda vuelta se va a alinear con Daniel Scioli. Por eso, ahora que tienen margen de negociación, es más probable que se pueda acordar la ampliación de los miembros de la Corte”, explicó un funcionario a este diario.
El presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, sin embargo, ya declaró que con la cantidad que tiene el organismo es suficiente para funcionar de manera correcta. Y hay otro dato que no es menor: la composición del alto tribunal fue configurada a partir de una ley que impulsó Cristina Kirchner cuando era senadora. Pero la política es el arte de lo posible.
Clima. En el gabinete de Cristina Kirchner consideran que la salida de Antonio Stiuso de la ex SIDE y la caída de Sergio Massa en las encuestas apaciguaron los ánimos con el sector más hostil hacia la Rosada de Comodoro Py. Sin embargo, la versión en los tribunales es otra. Allí, algunos jueces federales admiten que las gestiones de Ricardo Lorenzetti ante los magistrados influyó para bajar las aguas. El presidente de la Corte no es precisamente un aliado de Stiuso. Sin embargo, supo acercarse a algunos de los jueces con mejores vínculos con la ex SIDE y los convenció para bajar la confrontación con el Gobierno. En la Corte afirmaron a PERFIL que Lorenzetti “siempre les pide a los jueces no sobreactuar” con sus fallos o decisiones judiciales. Como sea, el nivel de confrontación es más bajo y a la hora de tomar decisiones, los magistrados lo hacen con más cautela que antes. En el Gobierno resaltan que el fallo por la investigación de Alberto Nisman es un ejemplo de ello. Aunque no se sabe qué podrá pasar con la apelación que planteó el fiscal Germán Moldes. Por otra parte, hay causas que todavía inquietan y mucho al Gobierno y en las que varios jueces trabajan para tomar resoluciones clave.
Hay varios funcionarios en la mira de la Justicia que podrían estar complicados en los meses próximos.
